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Las espadas más famosas del mundo

De la de Damocles a la Tizona: repasamos algunas de las espadas, históricas o no, más famosas del mundo.

Espada Gou Jian
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Espada Gou Jian

Se conoce como la excálibur china. Cuando hace cincuenta años se descubrió en una tumba en China, el arqueólogo que la encontró se cortó un dedo con su filo a pesar de que llevaba 2000 años enterrada. Además de tan inaudita calidad, su decoración artesanal, sumamente detallista, la convertía en una espada única. Considerada como uno de los grandes tesoros del estado chino actual, mide 55,7 cm de largo, más 8,4 cm de empuñadura, por 4,6 cm de ancho. Su peso es de 875 gramos.

Tizona
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Tizona

Mide 103 cm de largo y pesa 2,4 kilos. El arma de El Cid Campeador es una de las reliquias más preciadas de España. Los expertos consideran que fue forjada en Córdoba, pero según se ha sabido tiene algunas trazas de acero de Damasco, que era el más utilizado para las forjas en Oriente Medio. Contiene dos inscripciones, una fecha de manufactura de 1002 y otra citando el Ave María. Se encuentra actualmente en exhibición en el Museo de Burgos

La espada de la Misericordia
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La espada de la Misericordia

Perteneció a Eduardo el Confesor, que fue uno de los últimos reyes anglosajón de Inglaterra antes de la conquista normanda de 1066. Su reinado fue tan caótico que permitió a los normandos extenderse por Inglaterra. La historia mitológica indica que la punta fue rota por un ángel para evitar una matanza injusta. La espada de la Misericordia es parte de las Joyas de la Corona del Reino Unido.

La espada de Bolívar
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La espada de Bolívar

Los estudiosos estiman que el libertador Bolívar tuvo varias espadas, seis al menos. La que todos hemos visto en manos de Hugo Chávez es una réplica donada por el Congreso del Perú en 1825. Está elaborada con oro macizo de 18 kilates, mide algo más de un metro y en su hoja tiene inscrito: "Simón Bolívar: Unión y Libertad. Año 1825″.

Honjo Masamune
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Honjo Masamune

La mejor arma forjada por el maestro armero japonés Masamune, un herrero japonés legendario. Es la katana más famosa del mundo y también la más preciada. Las manos que la forjaron conceden un toque especial a esta espada japonesa. Las espadas de Masamune gozan de una una sólida reputación por el temple de su hoja y su belleza y calidad superiores

Sable de Napoleón
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Sable de Napoleón

La condición de estratega y jefe de los ejércitos de Napoleón convierten a este sable en un arma representativa que no fue utilizada en el campo de batalla. Napoleón llevaba siempre una pistola y una espada. Dado que era un gran amante de las armas, el líder francés poseía una gran colección. En el verano de 2007, esta espada con incrustaciones de oro que perteneció al emperador fue subastada por más de seis millones de euros. A principios de 1800, Napoleón la ofreció a su hermano como regalo de bodas. La espada fue transmitida de generación en generación, sin dejar la familia Bonaparte.

Sable corvo de San Martín
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Sable corvo de San Martín

José de San Martín fue un famoso general argentino que vivió desde 1778 hasta 1850. Él era el líder principal de la parte meridional de América del Sur en la lucha por la independencia de España. En un viaje a Londres, San Martín quedó maravillado por la hoja curvada del sable y su manejabilidad y ligereza en la batalla. Por esta razón, armó a sus caballerías de granaderos con armas similares.

La espada de William Wallace
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La espada de William Wallace

Una de las espadas más largas del mundo: mide 1,70 cm y pesa 2,7 kilos. Se trata de un arma un poco más larga que las de su tiempo, con una empuñadura especial para ser manejada con ambas manos. La calidad del metal sugiere que es de origen escocés, aunque otras espadas del mismo periodo fueron hechas en Finlandia o Alemania. En 1505, dos siglos después de que William Wallace fuera ejecutado, el rey Jacobo IV de Escocia pagó la suma de 26 chelines para conservar el arma del guerrero escocés. Se puede visitar en el Museo William Wallace en Stirling.

Joyosa
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Joyosa

Joyosa, también conocida como Joyeuse, era la espada de Carlomagno. Esta que se expone en el Louvre es una de las dos atribuidas al mítico personaje histórico. Está parcialmente construida a partir de la espada original realizada a partir de piezas de distintos siglos, lo que complica enormemente su identificación.

Zulfiqar
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Zulfiqar

Es la espada que le regaló el profeta Mahoma a su primo, Hazrat Ali, mientras le decía "No hay guerrero como Ali y no hay espada como Zulfiqar". Se trata de una cimitarra de hoja ancha y dos puntas. La espada es un símbolo de la fe islámica y es admirada por millones de personas. Actualmente pertenece a una colección privada

Excalibur
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Excalibur

La legendaria espada del Rey Arturo. Siempre se dice que Excalibur y la espada en la piedra (la prueba del linaje de Arturo) son la misma arma, pero no es verdad. Son dos las espadas que aparecen en las leyendas artúricas: la Espada en la Piedra, que sólo podía ejercer Arturo, lo que demuestra su realeza que le corresponde, y la espada que le dio la Dama del Lago.

Espada de Damocles
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Espada de Damocles

Según cuentan Horacio en una de sus Odas y Cicerón en sus Tusculanas, Damocles era cortesano de Dionisio I, El Viejo (siglo IV, AC), tirano de Siracusa, a quien envidiaba por su vida aparentemente afortunada y cómoda. El rey quiso escarmentarlo para lo que decidió que Damocles lo sustituyera durante un festín, pero para ello dispuso que sobre su cabeza pendiera una afilada espada desnuda suspendida de una crin de caballo. De esta manera, Damocles pudo comprender lo efímero e inestable de la prosperidad y del lujoso modo de vivir del monarca.

Espada de Atila
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Espada de Atila

Un pastor se la regaló a Atila que la aceptó de buen grado. El historiador Romano Prisco describe cómo Atila la utilizó como un arma militar y como un símbolo del favor divino, que pudo contribuir a engrandecer su leyenda bajo el apelativo de "el azote de Dios".

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