El fútbol visto por 25 grandes escritores

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Jean Paul Sartre

El filósofo francés, máximo exponente del existencialismo, también quiso ocuparse de la complejidad del deporte rey, llegando a la conclusión de que "en un partido de fútbol todo se complica por la presencia del equipo contrario".

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Mario Benedetti

El escritor y poeta uruguayo, miembro de la Generación del 45 y autor de La Tregua, Gracias por el fuego o Poemas del Alma, entre otros, nunca dudó en presumir de las dos Copas del Mundo conquistadas por la selección de su país. "Gracias al fútbol a los uruguayos nos conocieron en el mundo", dice Benedetti. Muy gráfica es su descripción de los campos vacíos -"Un estadio de fútbol vacío es un esqueleto de multitud"- o de la Mano de Dios de Maradona: "Aquel gol que le hizo Maradona a los ingleses con la ayuda de la mano divina es, por ahora, la única prueba fiable de la existencia de Dios".

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Albert Camus

El autor de La Peste o El Extranjero fue un prometedor guardameta, pero la tuberculosis le acabaría apartando del deporte cuando militaba en las filas del Racing Universitario de Argel. El joven Albert tenía sólo 17 años. Una pequeña pérdida para el fútbol argelino, pero sin duda todo un descubrimiento para la literatura universal. "Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol", dijo el pied-noir.

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Sir Walter Scott

El escritor escocés, autor de Ivanhoe o El Pirata, tenía muy claros los paralelismos entre la vida y el fútbol. Fue un gran cronista deportivo en su país, y así escribió sobre los equipos Ettrick y Selkirk para el Edinburgh Journal: "Quitaos la ropa muchachos y vamos allá, aunque el clima sea malo. Y si por desventura sucede que caes en una jugada, hay cosas peores en la vida que caer en los brezos; la vida en sí misma no es más que un partido de fútbol".

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Salman Rushdie

El autor de Los Versos Satánicos es uno de los mayores hinchas del Tottenham Hotspur. Hace dos años escribió en su cuenta de Twitter: "Publicar un libro y que te hagan una película está todo muy bien, pero que el Tottenham gane 3-2 al Manchester United... no tiene precio". En 1999, Rushdie escribió un artículo de ocho páginas en The New Yorker (El juego del Pueblo, La educación de un aficionado al fútbol) que contenía dos errores garrafales: el entonces director general de los Spurs, Bill Nicholson, no era escocés y el mánager del United no murió en la tragedia aérea de Múnich.

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Oscar Wilde

Dos geniales frases sobre el fútbol que dejó el creador de personajes como Dorian Gray o El fantasma de Canterville: "El rugby es un juego de bárbaros practicado por caballeros y el fútbol, un juego de caballeros practicado por bárbaros" o "Como juego, el fútbol está muy bien para chicas toscas, pero es apenas conveniente para chicos delicados".

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Nick Hornby

Además de reconocido fan del Arsenal, el escritor inglés, de 57 años, es autor de Fiebre en las Gradas, considerado uno de los mejores libros sobre fútbol jamás escritos. Una obra en la que Hornby consigue atrapar al lector con su mezcla de fino humor inglés y cronología de la historia de su equipo contada desde la visión de un chico que creció viendo a los gunners en Highbury -hoy Emirates Stadium-, lloró de niño y se hizo adulto cambiando muchas cosas en su vida, todas excepto su devoción por el equipo del norte de Londres. "Me enamoré del fútbol igual que más tarde me enamoré de las mujeres: de repente, inexplicablemente, sin crítica, sin pensar en el dolor o los trastornos que traería consigo", afirma el autor de Alta Fidelidad.

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George Orwell

El autor de 1984 y Rebelión en la Granja solía tirar de ironía para hablar sobre el fútbol. Orwell escribió un artículo sobre el espíritu deportivo en diciembre de 1945, tras la polémica gira por Gran Bretaña del Dinamo de Moscú, al llegar a las manos contra el Arsenal y protagonizar una batalla campal en Glasgow. Así, Orwell escribió: "Fútbol, un deporte en el que todo el mundo sale herido y cada nación tiene su propio estilo de juego le que parece injusto a los extranjeros". Y también afirmó el británico, en la misma línea, que "el fútbol no tiene nada que ver con el juego limpio. Está ligado con el odio, los celos, la jactancia y el placer sádico de presenciar la violencia: en otras palabras, es como la guerra pero sin los tiros".

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Anthony Burgess

El autor de La Naranja Mecánica escribió mucho sobre fútbol en los 70 y 80, incluyendo un artículo sobre la Tragedia de Hillsborough en 1989 -96 muertos al quedar aplastados contra las vallas del estadio a causa de una avalancha durante un partido de Copa entre el Liverpool y el Nottingham Forest-. Suya es una de las mejores frases jamás pronunciadas sobre el deporte rey: "Cinco días son para trabajar, como dice la Biblia. El séptimo día es para el Señor, tu Dios. El sexto día es para el futbol".

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Roberto Fontanarrosa

En otro sitio no podía haber nacido El Negro: Rosario, cuna de grandes peloteros como Messi, Di María, Menotti, Bielsa... De su cabeza y sus manos ha salido el que está considerado como el mejor cuento sobre fútbol de todos los tiempos. Y también auténticas perlas sobre este inigualable deporte, de la auténtica pasión por el fútbol. Aquí van algunas: "Creo que si no se entiende que esto es una pasión, y las pasiones son bastantes inexplicables, no se entiende nada de lo que pasa en el fútbol"; "Central es prioridad uno. No me vengan con el cumpleaños de mamá. Yo me voy a la cancha. Eso es innegociable" o "Algunos intelectuales serios habrán ocupado sus horas leyendo a Tolstoi, mientras yo leía El Gráfico".

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Jorge Luis Borges

Es raro que a algún argentino no le guste el fútbol, pero haberlos... Y Jorge Luis Borges es uno de ellos. De hecho, el polémico escritor bonaerense sostenía que "el fútbol es popular porque la estupidez es popular". En cambio, el autor de El Aleph sí era un firme defensor del ajedrez: "El ajedrez es uno de los medios que tenemos para salvar la cultura, como el latín, el estudio de las humanidades, la lectura de los clásicos, las leyes de la versificación, la ética. El ajedrez es hoy reemplazado por el fútbol, el boxeo o el tenis, que son juegos de insensatos, no de intelectuales".

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Martin Amis

El enfant terrible de la literatura británica, autor de libros como Dinero, Niños muertos o Tren nocturno, escribió en una ocasión: "Los amantes del fútbol intelectual forman una muchedumbre asediada, despreciada por los intelectuales y los amantes del fútbol por igual, que consideran nuestra adicción como afectada, pseudo-proletaria e incluso ligeramente homosexual". Y también sostuvo: "Sé cuál es el atractivo del fútbol. Es el único deporte que habitualmente se decide por un tanto, así que la presión en el momento es más intensa en fútbol que en cualquier otro deporte".

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Jean Giraudoux

Dramaturgo, novelista y diplomático francés, cuyas ingeniosas obras, de un original impresionismo, basado en el diálogo y en un gran estilo, contribuyeron a liberar el teatro francés de las restricciones del realismo. Un gran aficionado al fútbol, como demostró con dos lacónicas frases: "El fútbol es mucho más que el rey de los deportes: es el rey de los juegos" y "La pelota no admite trucos, sólo efectos sublimes".

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Juan Villoro

Una simple frase del escritor y periodista mexicano, Premio Herralde 2004 por su novela El testigo, define a la perfección cómo la sociedad en general, y él mismo, entienden el deporte rey: "El fútbol es la parte predecible de nuestra vida. No estamos seguros de encontrar tiempo para ir al dentista o al supermercado, pero sabemos con estratégica anticipación dónde veremos la final de la Champions".

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Umberto Eco

Al famoso autor de El Nombre de la Rosa no le gusta el fútbol, pero tampoco lo odia. Es, eso sí, uno de los más destacados detractores del fútbol moderno. En el diario L'Espresso firmó un artículo donde hacía patente su indiferencia: "Yo no odio el fútbol, yo odio a los apasionados del fútbol. No amo al hincha porque tiene una extraña característica: no entiende por qué tú no lo eres, e insiste en hablar contigo como si tú lo fueras. No es que a él no le importe nada que a mí no me importe nada. Es que no consigue concebir que a alguien no le importe nada. No lo entendería ni siquiera si yo tuviera tres ojos y dos antenas sobre las escamas verdes del occipucio".

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Eduardo Galeano

El periodista y escritor uruguayo, autor de Las venas abiertas de América Latina y Memorias del fuego, tiene una frase que resume a las claras cómo ve el fútbol: "En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo".

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William Shakespeare

Incluso en el siglo XVI encontramos referencias al fútbol, en el pensamiento y obra del mejor escritor de la literatura inglesa de todos los tiempos. El Bardo dejó ya referencias sobre el balompié, aunque no era una actividad por la que profesara especial simpatía. En su obra de teatro de 1591 La comedia de las equivocaciones, el criado Dromio se quejaba a su señora Adriana de esta guisa: "¿Por hablar sin tantas vueltas me pateas como si fuera un balón de fútbol? Tú me lanzas de acá para allá y él me lanza de allá para acá. Si sigo sirviéndolos, me tendrán que forrar en cuero". Y quince años después, en El rey Lear, acuñó la siguiente frase: "¡Tú, despreciable jugador de fútbol!".

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Manuel Vázquez Montalbán

Periodista, ensayista, novelista y poeta, fue un reconocido culé que hizo del Barça un motivo de estudio sociológico. Muy crítico con José Luis Núñez, el creador de Pepe Carvalho causó sensación en una época en la que los intelectuales de izquierdas consideraban el fútbol como "el opio del pueblo". En sus frases compara el deporte rey con la religión: "El fútbol es la religión diseñada en el siglo XX más extendida del planeta" y "El fútbol me interesa porque es una religión benévola que ha hecho muy poco daño".

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Javier Marías

El miembro de la Academia -ocupa el sillón R- es un reconocido seguidor madridista que nunca tuvo reparo en criticar a José Mourinho. Su definición de fútbol es "la recuperación semanal de la infancia".

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Pier Paolo Pasolini

En plena cumbre del romance entre la literatura y el fútbol, el reconocido director italiano, hincha del Bolonia, afirmó que "el goleador es siempre el mejor poeta del año''. Treinta y nueve años después, las circunstancias que rodearon a su asesinato continúan sin ser del todo aclaradas.

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JB Priestley

El narrador, comediógrafo y ensayista de Bradford fue uno de los escritores ingleses más difundidos entre las dos guerras. El autor de la obra de teatro Llama un inspector, afirmó: "Decir que pagaron para ver a 22 mercenarios dar patadas a un balón es como decir que un violín es madera y tripa, y Hamlet, papel y tinta".

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Pablo Neruda

La extensa obra del poeta chileno no pudo escapar al deporte y, en concreto, al fútbol. Según su amigo de infancia, el escritor José González Vera, Neruda solía al jugar fútbol en el liceo, pero "era malísimo". Seguidor del Atlético Magallanes, el Premio Nobel chileno no le dedicó versos a la selección de su país, pero sí escribió un poema extraño, triste, titulado Los Jugadores y que aparece en Crepusculario. Ahí se puede leer: "Juegan, juegan / Agachados, arrugados, decrépitos / Este hombre torvo / junto a los mares de su patria / más lejana que el sol /cantó bellas canciones / Canción de la belleza de la tierra / canción de la belleza de la Amada /canción, canción / que no precisa fin. (...) Juegan, juegan / Los miro entre la vaga bruma del gas y el humo / Y mirando estos hombres sé que la vida es triste".

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Vladimir Nabokov

Como Albert Camus, el autor de Lolita también jugó de portero en su juventud, en la Universidad de Cambridge, y cuentan que imponía con sólo gritar órdenes a la defensa. De ahí que el escritor nacido en San Petersburgo,con nacionalidad estadounidense, fuese un firme defensor de la figura del guardameta: "El trabajo de portero es como el de un mártir, un saco de arena o un penitente".

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Günter Grass

El semblante serio del autor de El Tambor de Hojalata, Premio Nobel de Literatura en 1999, se transforma cuando habla de fútbol. Hincha del modesto Friburgo, alguna vez se atrevió a leer poemas suyos en el estadio ante algo más de 25.000 espectadores. Para coronar su pasión, Grass tiene un poema titulado Estadio de noche en el que compara al guardameta con un "poeta solitario": "Lentamente ascendió el balón en el cielo / Entonces se vio que estaba lleno el graderío / En la portería estaba el poeta solitario / pero el árbitro pitó fuera de juego". Y, por supuesto, también es admirador de la selección alemana, pero sobre todo de la femenina.

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Gabriel García Márquez

El prolífico escritor colombiano, hincha del Atlético Junior de Barranquilla, jugó de portero en su infancia. En su obra fue más un creador de fondo, un extraordinario demiurgo de mundos encantados. El autor de Cien años de soledad escribió en su juventud una crónica titulada El juramento en la que sale a flote su papel de hincha, escribiendo: "Si los jugadores del Junior no hubieran sido ciertamente jugadores sino escritores, me parece que el maestro Heleno habría sido un extraordinario autor de novelas policíacas. Su sentido del cálculo, sus reposados movimientos [...] y sus desenlaces rápidos y sorpresivos le otorgan suficientes méritos para ser el creador de un nuevo detective".