Día de la Victoria en Chisinau (¿próxima víctima de Putin?)
Marcel Gascón Barberá
Los conocidos como 'sexbox' tienen la apariencia de garajes y están instalados en una zona industrial que estará señalizada con un paraguas rojo, un símbolo conocido especialmente en la Europa del este para señalizar las zonas de prostitución.
Los clientes, que sólo podrán acceder en vehículos y solos, aparcarán en ellos sus vehículos y contratarán sus servicios entre las siete de la tarde y las cinco de la mañana.
El área es una especie de avenida en forma de bucle rodeada de vegetación y adornada con guirnaldas luminosas, y la velocidad máxima será de diez kilómetros por hora.
Estas once cabinas, con un aspecto similar a los lavaderos de coches, están equipadas con duchas y sanitarios, y también con un botón de alarma para el caso de que la prostituta se sienta amenazada.
La policía municipal vigilará que no haya altercados y controlará a los clientes agresivos.
La prostitución es legal en Suiza y lo habitual en sus grandes ciudades es que haya zonas acotadas donde las profesionales del sexo, previamente registradas, pueden ejercer su trabajo.
El gobierno local ha invertido unos 1,7 millones de euros en la construcción de las instalaciones y deberá gastar más de 500.000 euros anuales en su mantenimiento y funcionamiento.