Aniversario
El legado musical de Jerry Goldsmith
De no haber fallecido en julio de 2004, esta semana el músico de cine Jerry Goldsmith hubiera cumplido 86 años. Me parece una excusa tan buena como cualquier otra para recordar el legado de este genio de la música de cine, cuya desaparición dejó huérfanos a los fans de las bandas sonoras "clásicas". Goldsmith hizo películas buenas, regulares y malas, pero su trabajo contribuyó siempre a elevarlas por encima de la media. Suban el volumen y escuchen. | Juanma González @confecinepata
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La película de Richard Donner (Superman) narraba el surgimiento del Anticristo, y Goldsmith se sacó de la manga el memorable Ave Satani, tema principal de una BSO que también acertaba a retratar la apacible vida familiar del matrimonio Gregory Peck-Lee Remick. Pese a sus 17 nominaciones, éste fue su único Oscar.
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Goldsmith destacó sobremanera en el terror. No obstante, el músico no se limitaba a remarcar situaciones terroríficas en sus aportaciones. Su tema para Poltergeist está repleta de misterio, pero no sólo mal rollo: los coros angelicales retratan la vida de la familia Freeling y a la niña desaparecida, Carol Anne, pero también y de alguna manera, todo lo que está punto de venírseles encima.
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Goldsmith aprendió a tocar el piano, la base para marcar el rtmo en todas sus composiciones, a la edad de seis años. Estudió con los maestros Jakob Gimpel y Mario Castelnuovo-Tedesco, de la tradición musical judía europea. Y tras ellos, con el legendario Miklós Rózsa, autor de composiciones para cine histórico. Su fallecimiento en 2004 dejó solo a John Williams como representante de las bandas sonoras "clásicas" en Hollywood.
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Pese a su larga duración, Patton apenas incluye poco más de media hora de composiciones. Se trata de una decisión voluntaria del autor, que abogaba por la presencia de música sólo cuando era estrictamente necesaria.
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La película de aventuras románticas de John McTiernan es una joya infravalorada. Goldsmith remarcó en su partitura la particular relación de dos científicos, embarcados en una lucha contra el tiempo para encontrar una cura contra el cáncer. El tema The Trees representa el ascenso de la doctora Crane (Lorraine Bracco) por encima de los árboles, y cómo ésta divisa por primera vez la inmensidad de la selva.
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No se trata del filme más valorado del maestro del cine de catástrofes, Irwin Allen, y de hecho su fracaso empezó a poner el certificado de defunción al género para la década siguiente. Pero menuda música la de Goldsmith. Aventuras de otra época.
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¿Se les ocurre una mejor manera de empezar una de Schwarzenegger que con esta suite? En España, la melodía es conocida por otras razones más futbolísticas, pero su BSO -absolutamente trepidante- va más allá de la mera épica para introducirnos en ese lugar en nuestra mente donde el sueño, el recuerdo y la realidad se confunden.
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Goldsmith fue un maestro a la hora de ensayar con los sintetizadores, y la BSO de Gremlins es sólo uno de tantos ejemplos. Estamos ante uno de los grandes festines de su autor: las melodías recogieron tanto el lado entrañable de la ficción, representando la amistad del protagonista y su mascota, como el caos y la subversión más reptiliana de los Gremlins. El silbido del pequeño Gizmo también es una melodía de Goldsmith.
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El músico judío fue el encargado de musicalizar las tres primeras aventuras de Rambo. La primera, Acorralado, era más bien un drama sobre el acoso a un veterano del Vietnam que trataba de recoger la soledad y el abandono del personaje. En las entregas siguientes se enfatizaría la dimensión épica del personaje.
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La premiada película de Curtis Hanson fue una de las últimas ocasiones en las que el compositor pudo ensayar sus elegantes melodías de época, con gran influencia de jazz, perfecta para definir personajes contradictorios y oscuros. Estamos, al fin y al cabo, ante el músico que ideó la música de otro "noir" mítico como Chinatown.
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Jerry Goldsmith era un músico sutil, pero su habilidad para la aventura y la acción le hizo compositor de cabecera en este género durante varias décadas. La de Air Force One entra como un elefante en una cacharrería, pero más tarde entra en modo "sigilo", con algún que otro toque de folclore ruso apenas sugerido.
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Si John Williams pilotó el destino musical de la saga Star Wars, Goldsmith hizo lo propio con gran parte de las entregas de las dos primeras sagas de Star Trek. En la primera película, dirigida por Robert Wise, el autor no sólo adaptó la melodía televisiva de Alexander Courage, sino que también se tuvo que adentrar en temas existenciales en un tono poco frecuente en la franquicia. Atención también a Ilia's Theme.
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La de Instinto Básico nos introducía en el juego de espejos que proponía la película, una melodía sutil pero sensual, que nos lleva poco a poco a la perdición. Goldsmith colaboraría en otras ocasiones con el holandés Paul Verhoeven, director de la película.
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Goldsmith supo también elaborar fanfarrias para películas deportivas o patrióticas. Rudy es muy valorada en su país, y se inscribe en una línea de acción a la que pertenecen otras películas populares como Hoosiers (Más que ídolos).
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