Jiménez Losantos, Boadella...

Lecturas para la Diada

Once libros para el Once de Septiembre.

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"Toda esa sorda mezquindad administrativa revestida de dinamismo civil; toda esa mediocridad individual travestida de milenaria identidad colectiva; todo ese obsesivo, enfermizo onanismo tribal; todo ese universo infinitesimal que empieza y termina en la contemplación extática de la oronda redondez del propio ombligo; toda esa inmensa montaña de mugre moral; todo eso, necesariamente, ya debía estar allí, en aquella ciudad mítica que FJL y unos cuantos más nos empeñamos en soñar que fue" (José García Domínguez).

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"Convendría acabar con este consenso patriótico que ha esterilizado el pensamiento crítico (...) en Cataluña y que ha hecho posible la hegemonía de una política desprovista del principio de realidad, reaccionaria y vulgar".

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"(...) mi tribu, (...) por mucho que la realidad demuestre lo contrario, sigue empeñada en creer que cuando un ciudadano de Madrid se levanta por la mañana lo primero que se le pasa por la cabeza es: ¿qué les puedo hacer hoy a los catalanes?".

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"Pudiendo darle al nacionalismo la lección de su vida, no le regalemos todas las ventajas expositivas, argumentales, pedagógicas y propagandísticas. Yo, al menos, no pienso hacerlo".

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"Estamos ante un libro que hará historia, un clásico vivo" (Amando de Miguel).

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"[Este libro] tiene como intención acercar a los catalanes a su propia historia, así como al resto de España, para que comprenda lo que el pueblo catalán ha sido y debería seguir siendo".

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"La obra de Caja ha encontrado (...) en el establishment político y académico de Cataluña, no refutaciones y críticas, sino un silencio sepulcral. La capa de silencio con la que se recubre aquello que no debería existir, la forma de hacer invisible la disidencia" (Cristina Losada).

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"Si algún valor tiene esta recopilación de textos, de cuya actualidad hasta yo mismo me sorprendo, es que marca la linde entre la magnificencia impostada del oasis iunventado hasta el disloque de una sociedad dirigida por un puñado de chorizos, convictos y hasta confesos en su mayoría, pero sobre todo de incompetentes".

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"Como en las novelas del género negro, hay tiros, secuestros, atentados. Los malos no maltratan a detectives privados y herederas rubias, sino a intelectuales, políticos y ciudadanos celosos de sus derechos que se atreven a desafiar al Leviatán secesionista" (Eduardo Goligorsky).

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"El pujolismo se planteó al principio como un nacionalismo pragmático que, al paso de los años, fue evolucionando hacia lo que realmente era ya desde el principio: una ideología fundamentalista dispuesta a remodelar una sociedad"