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Pin-Ups: las chicas del calendario

Pin-up significa pinchar en la pared, normalmente chicas de calendario atractivas y semidesnudas. De los numerosos dibujantes de pin-ups, destacaron Gil Eldgreen en los años 30 y Alberto Vargas en los años 50, especialistas en retratar el cuerpo femenino de la forma más sugestiva y erótica, sin rozar la vulgaridad. Eldgreen buscaba el realismo, con una tendencia a la sobreabundancia y un descaro moderno. | Luis Fernández

Echa un vistazo
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Echa un vistazo

Nada mejor que el ojo de una cerradura para que el mirón se ponga morado, el muy verde, como el dibujado por Gil Elvgreen, uno de los mejores ilustradores de los años 30. Trabajó para la empresa Brown & Bigelow, especializado en chicas de calendario.

Mi voto
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Mi voto

La chica de este calendario de Eldgreen no sabe a quien votar, si a los demócratas o a los liberales. Es una chica pin-up todo terreno. Eldgreen fue un clásico de la ilustración especializado en imaginería erótica para consumo masculino. Su carrea se extiende entre 1945 y 1972 como dibujante de publicidad y calendarios de chicas.

Barandilla
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Barandilla

Magistral descenso por la barandilla de la escalera de una atrevida pin-up de Gil Elvgreen. Pin-up significa pinchar, colocar en la pared, normalmente chicas en actitudes sugerentes.

Constructivismo
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Constructivismo

El modelo de este caballete para retratar cómodamente es un mueble realmente constructivista, visto lo visto. El éxito de las chicas de Elvgreen fue tan espectacular como sus sensacionales ilustraciones, siempre en dispositivos modernos y poses levemente eróticas.

¡Esos globos!
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¡Esos globos!

Siempre hay un elemento delatador de la época en la que Eldgreen dibujaba a sus chicas sorprendidas en su buena fe: la silla tubular imitación Bauhaus, típica de las clínicas. Elvgreen fue contratado por Coca-Cola y General Eléctric para sus anuncios, con chicas más recatadas.

Fantasía
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Fantasía

He aquí el sistema que utilizaban los dibujantes y pintores para realizar sus atrevidas y descocadas chicas para los calendarios que desataban las fantasías masculinas. Gil Eldgreen también ilustró relatos en las revistas Saturday Evenig Post y Good Housekeeping.

Liguero
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Liguero

Un picnic, el kétchup, la falda manchada y una mirada cómplice al espectador de tan sugestiva escena. Donde haya un liguero ligero y unas medias negras… Eldgreen logrará resaltar el ideal de la figura femenina de los años 40 y 50.

Toreo de salón
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Toreo de salón

El hombre de la tele me está mirando. ¡Huy!, qué miedo, dice tapándose con pudor la chica sorprendida haciendo toreo de salón. Lo propio de Elvgreen fueron la "chicas bonitas", pícaramente desvestidas por accidentes naturales, sustos o imprevistos.

El oso cazado
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El oso cazado

Las pieles son las mejores amigas de las chicas perversas y la piel del oso la montura perfecta para cabalgar sin temor al susto. La cara del oso no puede ser más expresiva. El trabajo de Elvgreen era ilustrar repetidas imágenes de pin-ups para la firma especializada en calendarios Brown & Bigelow.

Silla Butterfly
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Silla Butterfly

"El toque final", se llama esta pintura de Eldgreen. Después del baño, abandonada sobre la “silla Butterfly”, el pintauñas rojo jungla le da el toque definitivo al cuadro.

Radiografía
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Radiografía

La lógica del desnudo para un calendario nunca es lo más buscado, aunque una fría mesa de hospital y una radiografía pueden tener su glamour y hasta su cosa para excitar el deseo masculino. La fotografía de pin-ups era relegada a la pornografía clandestina, mientras que el dibujo siempre era más elegante y menos agresivo. Razón por la que se montó una industria de ilustradores de chicas.

Tirarse del trampolín
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Tirarse del trampolín

El bikini por los años 30 era algo erótico y excitante, sobre todo si lo acompañaban curvas tan atractivas como éstas. Que el trampolín esté a 22 pies de la piscina es todo un desafío tirarse.

Pintura, pintura
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Pintura, pintura

Fantástica pintura de Gil Eldgreen de su modela favorita realizada con la competencia del gran pintor que era. Un cierto toque kitsch es inherente al estilo de la época y el destino de la pintura: las portadas de revistas para hombres y los calendarios para garajes y talleres.

“Chicas Gil”
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“Chicas Gil”

Gil Eldgreen y Alberto Vargas confrontan su magistral forma de dibujar el cuerpo femenino en las poses más sugestivas y eróticas que por los años 30 y 40 pudieran imaginar, tratando de excitar suavemente el deseo un tanto reprimido de los norteamericanos de entreguerras.

Colorido
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Colorido

Gil Eldgreen era un mago con el pincel y el colorido de su paleta más pop. Gran parte de la sensación de alegría y sensualidad de sus chicas lo conseguía gracias al chispeante colorido de sus ilustraciones.

Artificio
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Artificio

Otro de los aspectos del erotismo de Gil Elvgreen era su manera de disponer los modelos para su posterior retocado en la ilustración. Resultaban las poses de sus pin-ups tan artificiosas que irradiaban un sensación de vitalismo contagioso, sin llegar a  resultar obsceno.

Coquetas
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Coquetas

Sus pin-ups son jóvenes coquetas que miran al voyeur con picardía y descaro, sabiendo que son observadas y deseadas.

Influencia
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Influencia

La influencia de Elvgreen como ilustrador de chicas fue enorme en todo el mundo. Sus dinámicas y descaradas chicas, siempre ligeras de ropa, puede verse en multitud de ilustradores españoles y franceses de los años 50 y 60.

Excitación
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Excitación

Otra de las características de las chicas de calendario de Gil Elvgreen es el movimiento de la imagen. Aun sentadas, todo parece que se agita, forma usual de manifestar la excitación que busca el ilustrador de pin-ups en el complacido mirón.

Retrato
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Retrato

Retrato de un joven Gil Elvgreen. ¡Esos ojitos, Gil!

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