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Las jóvenes candidatas de 'Quiero ser monja'

El nuevo docu-reality de Cuatro acompaña a cinco jóvenes con vocación religiosa en la decisión más importante: consagrar su vida a Dios o vivir su fe como seglares. Las jóvenes se integrarán durante seis semanas en el día a día de tres comunidades con las que vivirán momentos de recogimiento, oración y trabajo con los más desfavorecidos.

La madre Marian, con cuatro de las concursantes
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La madre Marian, con cuatro de las concursantes

Las congregaciones de Madrid, Alicante y Granada (Las Justinianas, Santa María de Leuca y Las misioneras del Santísimo Sacramento) han acogido durante seis semanas a las protagonistas del programa, cinco chicas que han sentido la llamada para dedicarse a la vida religiosa. "La Iglesia parece algo cerrado, que no se conoce, pero no es verdad. Hemos abierto las puertas porque el don de Jesucristo es algo que el mundo puede conocer, y tenemos que darlo", asegura la madre Marian.

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Por supuesto, las cinco novicias deberán someterse a los votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia desde que pongan un pie en el convento, perderán la comunicación con el exterior, dejar su ropa habitual y olvidarse del maquillaje y el tabaco, todo ello con la ayuda de la Madre Suprema y la Maestra de Novicias.

Fernanda
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Fernanda

Esta auxiliar de enfermería de 23 años lo va a tener complicado. Asegura que siempre hace lo que le da la gana, le encanta salir de fiesta y los chicos es una de las cosas que más le gusta. La disciplina de las monjas promete ponerla firme y su inquietud por la vida religiosa ayudará.

Janet
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Janet

Tiene 23 años y los chicos de sus edad no ven que tenga pinta de monja, pero ella ha "sentido la fuerza de transimitir valores que se han perdido". Para ella, la figura de una monja es "una forma de ser feliz a contracorriente". Tiene actitud y siente que no está sola, "que los ángeles están ahí". Ahora, deja de lado su trabajo como administrativa para acudir a la la llamada.

Jaqui
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Jaqui

La risueña Jaqui tiene 22 años y estudia filosofía. Tiene ganas "de vivir más, de reírse, de pasárselo bien", pero también de transmitir "esa normalidad". La joven, como sus compañeras, está en un momento de búsqueda. ¿El consejo de su madre? "Pedir protección y luz".

Juleysi
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Juleysi

Tiene 20 años y estudia patronaje y moda. Es una adicta a las redes sociales y reconoce que es capaz de pasar una noche entera visitándolas. Su adicción es tal, que lo primero que hace por las mañanas es mirar el móvil. Juleysi tendrá que deshacerse de todo ello pero, sin duda, lo más díficil será separarse de su novio.

Paloma
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Paloma

La más discreta del grupo lo tiene muy claro: "Le pedí a Dios que me trajera con el corazón en tabula rasa y así, partiendo de cero, poder nutrirme de todo sin prejuicios". Tiene 21 años, es educadora social y forma parte de una familia numerosa formada por 13 hermanos.

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