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Seis pueblos y un extra que no hay que perderse en la frontera entre Asturias y Galicia

La Ría del río Eo, también llamada Ría de Ribadeo es una amplia zona geográfica al norte de España, que hace de frontera natural entre Galicia y Asturias. A un lado y al otro de la ría se pueden encontrar una serie de pueblos y poblaciones ribereñas, cada una con un atractivo viajero diferente, que abarcan desde la playa hasta la montaña, en una distancia de muy pocos kilómetros. Una ruta por los pueblos de Vegadeo, Ribadeo, Tapia de Casariego, Rinlo, Castropol y Taramundi, además de un extra en el plan de viaje como es la playa de Las Catedrales

Tapia de Casariego
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Tapia de Casariego

Un pueblo que es considerado referente del surf, donde caminar por su paseo marítimo es un verdadero regalo para la vista y para los fotógrafos, también posee un pequeño puerto desde donde dar alquilar una embarcación para ver la zona desde otro punto de vista.

Castropol
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Castropol

Castropol, en Asturias, situado más al sur y a pocos kilómetros, ofrece bellos edificios adornados con puertas y ventanas de colores. Un pueblo pequeño pero con mucho encanto, que ocupa una mañana en su recorrido y también añade excelentes vistas de la ría.

Tapia de Casariego
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Tapia de Casariego

Para empezar esta pequeña ruta de pueblos típicos del norte de España, en una zona donde se funden las comunidades de Galicia y Asturias, Tapia de Casariego, será el punto de partida.

Castropol
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Castropol

Castropol, Asturias.

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Una panorámica de Castropol desde la ría del Eo.

Vegadeo
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Vegadeo

Entre montañas y puentes, Camino de Santiago e influjo del río Eo, así transcurre la vida en Vegadeo, concejo limítrofe con Galicia donde la influencia de esta comunidad está muy presente aunque pertenezca a Asturias.

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A pocos kilómetros del mar, en el interior de la comarca de Oscos, muy cerca de Vegadeo, es posible encontrar parajes naturales de montaña de gran belleza y perderse por escarpadas carreteras comarcales con la única preocupación de tener el depósito lleno.

Taramundi
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Taramundi

Entre montañas y carreteras escarpadas y estrechas aparece el pueblo de Taramundi. Una población que parece sacada de un cuento de fantasía. Su emplazamiento en la ladera de la montaña, sus balconadas, puertas y ventanas de colores, además de ser un rincón casi inmortal de la cuchillería, Taramundi permanecerá en el recuerdo de cualquier viajero que se asome a sus calles. 

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El pueblo asturiano de Taramundi.

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Asturias y Galicia son dos comunidades que derrochan vida natural y es posible encontrarse cuando se pasea por sus carreteras o se viaja en coche con sus maravillosas vacas pastando.

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Vista de la ría del Eo. Pocos kilómetros separan las comunidades de Asturias y Galicia en una zona de España que no hay diferencia en casi nada.

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Un paseo en barca a motor por la costa cantábrica desde Tapia de Casariego o Castropol será un plan perfecto si viajamos en pareja o con niños. Lo único a tener en cuenta es el tiempo.

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El río Eo a su paso por la Ría de Ribadeo.

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Varios caballos pastando a la sombra de los árboles en los alrededores de la ría del Eo.

Las Catedrales
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Las Catedrales

La playa de Las Catedrales es el extra en este viaje por la zona que hace frontera entre Galicia y Asturias. Una estampa natural inigualable que ofrece una visita, previa reserva, que deja boquiabierto al viajero primerizo y despeja la mente de preocupaciones.

Rinlo
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Rinlo

Rinlo, en Galicia, es una pequeña parroquia marinera, dentro del municipio de Ribadeo del que antiguamente salían expediciones para cazar ballenas.

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Un paisaje que bien podría ser de otra latitud y otro continente. Se trata de los alrededores de la costa de Rinlo, en Galicia.

Ribadeo
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Ribadeo

Frente a Castropol, es el pueblo gallego más importante de este territorio que es bañado por la ría del Eo. Sus legado indiano generado por la bonanza económica del siglo XIX por la vuelta de los emigrantes de América es palpable en muchos de los edificios que engrandecen sus calles. Como curiosidad, el rey Juan Carlos I creo el Marquesado de la Ría de Ribadeo para Leopoldo Calvo-Sotelo, expresidente del Gobierno, que fue el primer marqués.

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Unas buenas fabes con almejas son el perfecto resumen de la gastronomía de la zona. Un regalo para el estómago que hará recupera las fuerzas de un día viajero recorriendo los pueblos más representativos de los alrededores.

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