La 'ruina' del nacionalismo catalán, en diez gráficos

Cataluña ha perdido impulso en las últimas cuatro décadas. Mientras Madrid prosperaba, el dominio independentista en la Generalidad se ha traducido en un estancamiento económico. En esta galería mostramos diez gráficos que nos explican la ruina del pasado cercano (lo que no se ha hecho desde 1980), presente (la situación de las cuentas públicas catalanas) y futuro (lo que podría ocurrir si consiguieran la ansiada independencia).

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Pasado - Adiós a podio

Cuando llegó la transición, Cataluña era una de las regiones más ricas de España, por encima de Madrid y sólo por detrás (y no muy lejos) de País Vasco y Navarra, a las que incluso superó en los 80, tras la dura reconversión industrial a la que se enfrentaron. Hoy hace mucho que eso es historia. En renta per cápita, Madrid saca 4.000 euros de ventaja a la que fue locomotora de nuestra economía. Y País Vasco y Navarra también se alejan de una región a la que, en su momento, miraban de igual a igual.

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Pasado - El dato que resumen 35 años de nacionalismo...

Pocas cifras explican mejor la decadencia y estancamiento de la economía catalana. Y no hablamos sólo de la comparación con Madrid, País Vasco y Navarra, las otras tres regiones que tradicionalmente han tenido la renta per cápita más elevada. En términos relativo, Cataluña ha pasado de tener una renta equivalente que era el 121% de la española al 119%. Y lo tenía todo a favor: cercanía a los nuevos mercados europeos tras la entrada en la UE, industria ya establecida, una población más formada... El nacionalismo y la política han sido dos lastres que han hecho todo mucho más difícil para los empresarios y trabajadores catalanes.

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Pasado - A un paso... del 'sorpasso'

Pocos datos dan más miedo al nacionalismo catalán. Y sin embargo, en cualquier momento ocurrirá. Aunque en términos de PIB per cápita Madrid hace mucho que dejó atrás a Cataluña, en PIB total, esta última sigue por delante. Y sí, esto hace que sea la región que más aporta al PIB español: 18,9% frente al 18,8% de Madrid... por ahora. El sorpasso está muy cerca. A pesar de tener un millón de habitantes menos, Madrid ya produce lo mismo que Cataluña. En 2012, durante unos meses, incluso la superó. ¿Cuándo consolidará este nuevo liderato? Pues en cualquier momento, porque la región de Cristina Cifuentes crece más que la de Carles Puigdemont casi en cada ejercicio. El nacionalismo es así: capaz de empobrecer (o dejar estancada) una economía próspera en muy poco tiempo.

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Presente - Endeudados por culpa de sus políticos

Los anteriores datos explicaban la parálisis pasada. Los tres siguientes reflejan el caos del presente. Cataluña es la tercera región con una deuda autonómica más elevada de España. Ya lo era antes de la crisis (no ha sido la recesión la culpable) y lo sigue siendo ahora. Son 10 puntos más que la media de las CCAA y 20 puntos más que Madrid. El desastre de la gestión nacionalista de la economía tiene en esta ratio un buen reflejo.

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Presente - Ni un año de cumplimiento

Los datos de esta tabla recogen el déficit público medio de las CCAA y de Cataluña desde 2011 hasta el presente. Son los años en los que España ha estado bajo supervisión (y rescate, al menos en lo que toca a la banca) de las instituciones europeas. Pues bien, en esa coyuntura crítica, Cataluña no ha cumplido con su objetivo ni un solo ejercicio. Y ha estado por encima de la media de las CCAA (hay que decir, que pocas han cumplido esos objetivos en estos años). Eso sí, como hemos visto en las anteriores cifras, ese despilfarro en la gestión presupuestaria no ha servido para mantener las cifras de crecimiento y riqueza.

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Presente - Infierno fiscal

Quizás podría pensarse que las malas cifras de deuda y déficit se han debido a que la Generalidad nacionalista no ha querido subir las cargas fiscales sobre sus sufridos ciudadanos. Pues tampoco. Cataluña lleva ya dos décadas siendo la región con los impuestos más altos de España. IRPF; Sucesiones, Patrimonio, Especiales... Prácticamente todos los tributos en los que la Generalidad tiene competencias mantienen tipos superiores a las de la media de las CCAA. En IRPF, por ejemplo, un catalán soltero que gane 30.000 euros pagará una factura más elevada de cualquier otro español con esos ingresos pero que viva en otra región.

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Futuro - Una economía imbricada en la española

El nacionalismo lleva años intentando convencer a sus seguidores de que la independencia no traería demasiadas consecuencias económicas. Incluso, se ha deslizado la idea de que la economía catalana está más integrada con el resto de la UE que con las regiones que la rodean. Como puede verse en esta tabla, nada más lejos de la realidad. ¿Cuál sería el impacto de la secesión? Es imposible saberlo pero, desde luego, no saldría barato.

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Futuro - Alejándose de su principal 'cliente'

Desde un punto de vista económico, hay pocas conductas menos lógicas que insultar, despreciar o rechazar a tus clientes. Ningún comercio sobreviviría a una campaña de imagen que consistiera en menospreciar a sus usuarios. Pues algo así es lo que ha estado haciendo el nacionalismo catalán en las últimas décadas. El resto de España sigue siendo, con mucha diferencia, el principal cliente de las empresas catalanas. Sólo un dato nos puede dar una idea de la magnitud de la relación comercial entre nuestras CCAA: Cataluña vende más a Cantabria que a EEUU. Por cierto, otro dato que nos indica lo mucho que sufriría Cataluña (pero también el resto de España) en caso de independencia.

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Futuro - Una educación mediocre

Un dato muy conocido para ilustrar la mediocre gestión de los recursos públicos en Cataluña. Esta región era una de las más ricas y cultas de España. Los padres catalanes tienen un porcentaje de titulaciones universitarias que es superior a la media española. Estos dos indicadores (ingresos y nivel de estudios de los padres) son los que mejor anticipan el resultado académico de los hijos. Pues bien, en todas las pruebas internacionales, las notas de los estudiantes catalanes están muy por debajo de las de madrileños o castellano-leoneses. Cuando el nacionalismo presume de que en algunos indicadores están por encima de la media española, lo hace mezclando las notas de regiones ricas y pobres, con más titulados universitarios y menos. Comparando entre iguales (Madrid vs Cataluña) la foto de la educación catalana (y en otros servicios públicos el resultado es similar) no es nada positiva. Es lo que tiene dedicarse a construir una nación y no a gestionar un presupuesto.

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¿La explicación?

La imagen conjunta que nos dejan estas primeras nueve tablas no es nada positiva. Tras 35 años de nacionalismo, Cataluña es una región que ha crecido menos que la media española, con unas finanzas públicas en peor situación y unos servicios públicos que no corresponden a una región rica. Además, no es cierto que pueda plantearse sin más la independencia sin tener miedo a las consecuencias, porque sigue siendo una economía con una enorme relación con el resto de España. Y entonces, ¿a qué viene todo eso? Pues quizás parte se pueda explicar con esta tabla. Siempre es mejor señalar hacia Madrid... porque si no alguien (los votantes) se puede preguntar si los culpables de la decadencia catalana no estarán mucho más cerca.