Los Príncipes de Asturias realizaron el recorrido que les llevó hasta la
Basílica de Atocha, deslucido por los chaparrones. Letizia Ortiz depositó el
ramo de novia a los pies de la virgen continuando la tradición de la Familia Real. Antes de la ceremonia, un miembro de la Guardia Real depositó una corona en el
Bosque de los Ausentes, dedicado a las
víctimas del 11-M. Posteriormente, los novios se dirigieron al Palacio Real entre los saludos del público, que resistió el fuerte aguacero.