Desde 1898 hasta hace muy pocos años, la política internacional apenas había ejercido una influencia sensible en la opinión pública española.

Lo del nacionalismo produce cascadas de razonamientos. No sé si vamos a entendernos. Por lo menos yo quiero dejar las cosas claras por lo que a mí respecta.

El comentario diario de la actualidad internacional lleva a menudo a que los medios de comunicación, inevitablemente apegados al hecho concreto e inmediato, exageren en la descripción de cambios en la postura de los grandes actores.

Alfredo Sáenz, consejero delegado del SCH, fue crucificado por el pensamiento único: según publicó la prensa, había recomendado “desmantelar” el Estado del Bienestar.

¿Debería el Estado subsidiar el arte? A favor, hay varios argumentos: el arte ilumina la mente, eleva el espíritu y abre el horizonte de las naciones.

A veces desespera la cómoda inactividad mental en la que se instala la gente, cuando no horroriza la hipótesis creíble de que esa inactividad se debe a una incapacidad.

Entre las ideas que están actuando en el debate sobre el decreto aprobado por el Gobierno que paraliza la aplicación de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación aprobada por las Cortes, no tiene relevancia la que a nuestro juicio está en el fondo del problema y debería estar también en su solución: la desviación de poder.

El viernes fue el último de tres días consecutivos de celebraciones en recuerdo del Presidente Ronald Reagan, incluido un funeral de Estado.

La discográfica Vale Music y la Factoría Autor presentaron en la sede de la SGAE el disco No a la Piratería, grabado por “14 nuevos grupos de todos los géneros que buscan su oportunidad”.

Acaba de firmarse un Tratado de Libre comercio, pendiente aún de ratificación parlamentaria, entre los gobiernos centroamericanos y Estados Unidos.

Con el precio de la gasolina alcanzando alturas estratosféricas y la publicación de libros como “Sin gasolina” y “El fin del petróleo” vale la pena averiguar si el tanque mundial marca “vacío”.

Javier Clemente solía comentar cuando era seleccionador nacional que su excesivo protagonismo era debido a que él prefería que sus futbolistas estuvieran desprovistos de presión.

Hip-hop al estilo islamofascista Primer cantante: No te metas con Alá que te voy a machacar. Segundo cantante: Te daré con el martillo si enseñas más tobillo.