Con tal argumento y disculpándose sólo por "el lugar, el momento y las formas" en las que vertió las acusaciones de golpismo en Venezuela contra el Gabinete Aznar, Moratinos ha pretendido zanjar la polémica. Desde el PP, Gustavo de Arístegui insistió en que mantener el fondo es reincidir en la acusación y que "el calumniado no se va a sentar con el calumniador". Zapatero se ha dado por satisfecho con la actuación de su ministro.

La Unión de Profesionales de la Guardia Civil ha pedido que sea el Ministerio del Interior y la Dirección General de la Benemérita el que investigue la trama asturiana. El mismo día, el máximo responsable del Instituto Armado, Carlos Gómez Arruche, ha denunciado una "campaña mediática" contra la Benemérita. Dice que en vez de hablar de la lucha contra ETA, se critica una "cosa, seguramente, mínima" como el hecho de que un agente "se equivocó o no se equivocó al guardar o no guardar la cinta".