La parcialidad del Gobierno en la guerra del Líbano sigue irritando a los aliados de España. La entrevista de Moratinos con el presidente sirio
Bachar al Assad ha colmado la paciencia de Israel y Estados Unidos, cuando parecía que nada podía superar las
declaraciones anti-israelíes, las
manifestaciones convocadas por el
PSOE o la
foto con la kefya palestina. A las
quejas de Israel, se une ahora el desprecio de EEUU.
Condoleezza Rice considera "grotesco" el
intento del Gobierno español de implicar al régimen
baazista en los asuntos de Líbano "como si fuera una especie de agente de paz". Invitar a Siria "a que regrese a los asuntos libaneses cuando ocupó brutalmente el país durante 30 años es grotesco", declara Rice a la revista
Time.