El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, acusó a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, de arrojar un "jarro de agua fría" al PSOE y a IU por "rebajar" la posibilidad de que los inmigrantes no comunitarios voten en las elecciones municipales. De la Vega dijo el pasado viernes que es "altamente improbable" que los extranjeros procedentes de los países que no forman parte de la Unión Europea puedan participar en los comicios municipales previstos para mayo de 2007. En esa iniciativa ambos partidos solicitaban que los inmigrantes no comunitarios pudieran votar en las elecciones municipales, derecho que sí tienen los extranjeros comunitarios.

El PP afirma que el viaje que la vicepresidenta del Gobierno hará la próxima semana a Finlandia y Bélgica para buscar una mayor implicación de la Unión Europea en inmigración irregular como la prueba de que sus gestiones anteriores no han servido para nada. La secretaria de Política Social y Bienestar del PP, Ana Pastor, afirmó que este último viaje supone "una muestra más" de que las gestiones anteriores de María Teresa Fernández de la Vega ante la UE "no han dado ningún resultado", como prueba el hecho de que el dispositivo de la Agencia Europea de Fronteras para el control de la inmigración ilegal en el Atlántico "no está funcionando". Por otra parte calificó de "cinismo absoluto" las rectificaciones de la vicepresidenta en cuanto a la iniciativa parlamentaria para el voto electoral de los inmigrantes regularizados.

Para el director de Servicios de Prevención del Ayuntamiento de Barcelona el hecho de que los "Latin Kings" se hayan constituido como la Asociación Cultural de Reyes y Reinas Latinos de Catalunya es "una vía de integración" a "la vida social, política y comunitaria de la ciudad". Josep Maria Lahosa ha adelantado en ABC que, a pesar de los asesinatos cometidos por los integrantes de estas bandas, éstos han iniciado "un proceso de adaptación a una nueva realidad, la barcelonesa, la catalana y la española". Según Lahosa "desde hace dos años, ni en Barcelona ni en su área metropolitana se ha registrado ningún tipo de enfrentamiento o conflicto entre grupos de jóvenes latinos".