El ministro de Defensa español, José Antonio Alonso, anunció en Riga que España permitirá a sus tropas desplegadas en Afganistán actuar fuera de su zona de responsabilidad sólo en casos de emergencia y siempre bajo el visto bueno de las autoridades españoles. Esta ha sido la respuesta de Alonso a la petición del presidente de EEUU, George W. Bush y del secretario general de la OTAN, que solicitaron a sus aliados que eliminasen las restricciones para el movimiento de las tropas y cediesen toda la autoridad a la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF). Además, España tampoco atenderá la petición de la OTAN para enviar mas tropas. En la primera cita de la Cumbre de la OTAN, Zapatero y Bush se han saludado protocolariamente pero no se han dirigido una sola palabra.

El ex presidente del Gobierno español, Felipe González, opinó que aunque "no hay conflicto entre civilizaciones", lo puede haber "porque se están poniendo las condiciones" para ello. Al abrir en México un ciclo de conferencias dedicado a las Ciencias Sociales y Humanidades de la Feria del Libro de Guadalajara (FIL) con una conferencia titulada "Cultura y paz" aseguró que "peor que el 11-S ha sido la respuesta al 11-S". Dicho de otra manera, señaló, "no se matan moscas a cañonazos". González destacó que en el contexto actual se hace necesario reflexionar sobre "una cultura para la paz" cuyo "primer elemento debe educar a la gente desde la infancia en la comprensión del otro".

El candidato del partido izquierdista "Alianza País", Rafael Correa, mantiene una ventaja casi definitiva sobre su rival, el multimillonario Álvaro Noboa postulado por el Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN). A falta de escrutar un quince por ciento de los votos depositados en la segunda vuelta de los comicios presidenciales, Correa mantiene 912.488 papeletas más que Noboa. En porcentaje, el virtual ganador se alza con el 58,64 por ciento de los sufragios. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) espera concluir el conteo este miércoles para después proclamar un vencedor y entregar las credenciales de nuevo jefe de Estado.