El Gobierno prepara una subida del recibo de la luz de un 10 por ciento, la mayor en veinte años. El Ejecutivo, que se comprometió a no
endosar a los consumidores el coste de las operaciones de empresas afines en Endesa, lo aprobará el próximo 31 de diciembre. No es la única iniciativa intervencionista contra el consumo. La ministra de Medio Ambiente ha propuesto
encarecer el agua a los hogares que pasen de 60 litros por persona y día. El Gobierno justifica esta clase de medias como un correctivo a los usuarios para que "tomen conciencia de lo que cuesta la energía". A juicio de Industria, la tarifa eléctrica tendría que haber subido aún más, un 30 por ciento. Otra novedad relevante es que la tarifa se revisará cada tres meses. Como en otras políticas públicas, el Gobierno ha culpado a Aznar.