Zapatero pensó que bastaría con
reconocer el error de atisbar tiempos mejores poco antes del atentado de ETA pero el discurso de Rajoy le hizo perder los nervios y rompió a gritos su promesa de no politizar la lucha antiterrorista. Después de que el presidente, entre
elogios al PNV, lanzara la propuesta de un nuevo pacto que sustituya al firmado con el PP, Rajoy pidió que no se le utilice como coartada: "Si quiere pactar conmigo que sea dentro del pacto antiterrorista". Y le auguró:
"Al final, su único aliado fiable seré yo". Rajoy resumió así la encerrona del proceso: "Si usted no cumple le pondrán bombas y si no hay bombas es porque ha cedido". Por cierto, Zapatero olvidó mencionar el
11-M en su lista de atentados mientras él era líder de la oposición.
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