El
oscarizado ex vicepresidente de EEUU,
Albert Arnold Al Gore, por su documental-denuncia sobre el calentamiento global,
Una verdad incómoda, es propietario de un complejo minero en Carthage (Tennessee). Fue adquirido por su padre, el también senador, en 1973. Hasta 1998 no se hicieron los primeros estudios sobre las emisiones tóxicas de las minas de metal. La cuenca a la que pertenece, Gordonsville-Cumberland, emitió 1,8 millones de kilos de vertidos tóxicos al aire y el agua entre 1998 y 2003. Vertidos en los canales hídricos y emisiones tóxicas son los potenciales peligros. Lo ha relatado este domingo el diario
The Tennessean.
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