Francia se prepara para pasar esta domingo una página en la Historia de la V República con independencia de quién sea el elegido para ocupar la cúpula del Estado: Nicolas Sarkozy o Ségolène Royal. Los sondeos apuntan al conservador como el gran favorito a suceder a Jacques Chirac en el Elíseo, pero la única certeza hasta que se conozca el veredicto es que estas elecciones cierran un largo capitulo de 12 años escrito por el veterano político neogaullista, quien deja paso a un quincuagenario. El conservador desea relanzar "la moral, la autoridad, el trabajo y la nación", ideales que según José María Aznar necesita Europa, mientras que la socialista apuesta por cambios institucionales que den paso a una VI República con mayor peso ciudadano. Las urnas ya se han abierto para los electores de los territorios de Ultramar.

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 Principales propuestas de Nicolas Sarkozy
 Principales propuestas de Ségolène Royal

El responsable de la política exterior de la UE ha defendido este sábado la candidatura del actual responsable de la diplomacia turca, Abdullah Gül, a la presidencia de su país, a pesar de que Turquía en masa le ha vetado por el proceso de islamización que está impulsando en el país. Mientras Javier Solana ampara internacionalmente a Gül, socio de Zapatero en la Alianza de Civilizaciones, decenas de miles de personas se han vuelto a congregar a favor de una "Turquía secular". Esta marcha sucede a las celebradas en Ankara y en Estambul, en la que se sobrepasó el millón de asistentes. Además, dos partidos del centro derecha laico se han unido en el Partido Democrático (DP) para ofrecer una alternativa a esta división y desalojar al actual Ejecutivo del poder.

El presidente de EEUU ha hecho un llamamiento al Congreso para consensuar una ley sobre los fondos militares "responsable" respecto a Irak. Tras admitir que republicanos y demócratas no siempre se van a poner de acuerdo sobre la guerra, ha advertido que las consecuencias de un fracaso en el país asiático "son claras". Un abandono antes de que el Gobierno "se pueda defender por sí mismo" conllevaría, según el mandatario, "un vacío de seguridad en el país" que extremistas "de todas las facciones competirían por llenar". La situación supondría una multiplicación a "escala horrorosa", en su opinión, de los asesinatos sectarios.