La nueva franquicia electoral de ETA, Acción Nacionalista Vasca, cifró este miércoles en 77 el número de electos que han sucumbido a la presión y coacción de los proetarras y han decidido renunciar al acta de concejal que obtuvieron en las pasadas elecciones municipales de mayo en el País Vasco y Navarra. Los electos pertenecen a todos los partidos (PNV, EA, la coalición electoral IU-Aralar, listas de independientes, Nafarroa Bai y PSE) salvo al Partido Popular.

Dos horas de reunión en La Moncloa entre los artífices de las dos últimas negociaciones con ETA: Zapatero e Ibarretxe. El lehendakari ha condicionado su apoyo al Gobierno en el fin de la Ley de Partidos, esto es permitir que ETA regrese a las instituciones, y lo que llama una  "política penitenciaria acorde a los derechos humanos", es decir, otra reivindicación de los terroristas: el acercamiento de los presos al País Vasco.