Un escrito que denunciaba que los móviles del 11-M habían sido liberados por un policía fue excluido del sumario
La detención de dos hindúes el 13-M, en plena jornada de reflexión, es uno de los episodios más siniestros de las investigaciones oficiales de los atentados. No es sólo que no tenga ningún sentido que se detuviera a unos hindúes como posibles implicados en una trama islamista, sino que las investigaciones de los medios de comunicación han puesto de manifiesto que no existía ningún dato objetivo que permitiera vincular a esos dos hindúes, ni directa ni indirectamente, con los autores de la masacre. En esencia, se detuvo a dos hindúes por vender teléfonos, lo cual no es un delito. Para colmo, esos hindúes ni siquiera eran los que habían vendido esos terminales telefónicos.