Zapatero se burla de los problemas de los catalanes con el Cercanías y se niega a destituir a Álvarez
Al presidente del Gobierno le parece motivo de chiste que los catalanes estén tardando hasta cuatro horas en llegar a sus trabajos por los problemas con los trenes de Cercanías. Un problema que dura ya casi un mes por la incapacidad de la ministra de Fomento. Mientras se pitorrea en televisión de los problemas de los usuarios de Barcelona, Zapatero se niega a cesar a la ministra pese a las reiteradas peticiones de todos los partidos. Precisamente este viernes el Parlamento catalán, en un hecho sin precedentes, ha pedido la dimisión de Magdalena Álvarez. El Gobierno ya ha respondido que no piensa atender ese requerimiento.