De la Orden de la Jarretera
Caius Apicius
Dedicamos nuestro jarrete –la salsa, literalmente de toma pan y moja– y nuestros brindis a Eduardo III, a la Orden de la Jarretera, a los caballeros de Crézy, a Cunqueiro, que lloraba por la derrota de "la flor de la caballería", y hasta al malogrado Príncipe Negro.