El Jade Helm 15, un entrenamiento de elite de las Fuerzas Armadas de EE.UU. que se hará este verano en el sur del país, está generando una viva polémica en Texas, cuyo gobernador, Greg Abbott, ya ha ordenado el despliegue de las tropas estatales para vigilar a los militares.
Según informa EFE, se trata un entrenamiento que transcurrirá entre el 15 de julio y el 15 de septiembre en siete estados del sur del país y que involucrará a los cuerpos de elite del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y los Marines.
La "invasión" militar ha generado muchas críticas y una viva polémica a favor y en contra. Entre los que se han opuesto frontalmente está nada más y nada menos que Chuck Norris, el actor es un habitual activista político siempre en los sectores más conservadores del partido republicano y ha alertado de que aunque "el Gobierno dice que solamente son entrenamientos", no se puede estar seguro de que “el término 'solamente' se corresponda con la realidad cuando lo usa el Gobierno".
En Bastrop, uno de los condados de Texas donde hay programados ejercicios, los ciudadanos organizaron una multitudinaria asamblea popular en la que expresaron su temor de que el Jade Helm 15 sea una excusa del Gobierno federal para decretar la ley marcial o confiscar sus armas de fuego.
"Es simplemente ridículo"
En el otro lado, el exgobernador y potencial candidato a la Presidencia, Rick Perry, ha cuestionado la decisión desplegar a las fuerzas estatales, al considerar que se ha ido demasiado lejos: "Creo que se puede confiar en nuestros militares, otra cosa es su liderazgo político, que siempre es cuestionable, pero no los hombres y mujeres en uniforme", dijo Perry, veterano de la Fuerza Aérea.
También el presidente del comité de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, el republicano Mac Thornberry, ha considerado "ridícula" la decisión del gobernador: "Son patriotas estadounidenses, increíblemente capaces, y el solo hecho de insinuar que serán una especie de ejército privado del presidente para llevarse todas las armas es simplemente ridículo", dijo.
Incluso el Pentágono, ha tenido que intervenir en la polémica, aclarando que el entrenamiento "no supone amenaza alguna para las libertades civiles de los estadounidenses", según la CNN.