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'Perro Loco' Mattis, el secretario de Defensa de Trump: "No me jodan o les mataré a todos"

James Mattis es conocido en EEUU por su capacidad para generar frases memorables.

James Mattis es conocido en EEUU por su capacidad para generar frases memorables.
James Mattis hablando con marines en Kabul, Afganistán. | Flickr/CC/Embajada de EEUU

James Mattis, apodado "Perro loco", es un general retirado de bastante prestigio. Estuvo en Afganistán e Irak y reemplazó a David Petraeus, con quien colaboró en la preparación del manual de contrainsurgencia en Irak, como encargado de operaciones en Oriente Medio cuando éste fue nombrado director de la CIA. Un puesto que abandonó en 2013, al parecer por sus desacuerdos con el Gobierno de Obama.

"Vamos a designar a 'Perro Loco' Mattis como nuestro secretario de Defensa. Pero no lo vamos a anunciar hasta el lunes, así que no se lo digáis a nadie", afirmó Trump este jueves en el primer mitin de agradecimiento a sus votantes celebrado en Cincinatti. "Dicen que es lo más parecido que tenemos al general George Patton", concluyó. Y lo cierto es que si lo juzgamos por algunas de sus frases más célebres podríamos encontrar cierto parecido. Aunque también con algunos militares míticos de películas como La chaqueta metálica o El sargento de hierro.

En una reunión con jefes tribales en Irak:

He venido en son de paz, no traigo artillería. Pero les pido, con lágrimas en los ojos, que no me jodan o les mataré a todos.

En una mesa redonda sobre malos tratos en febrero de 2005:

Vas a Afganistán donde tienes unos tipos que llevan pegando a las mujeres desde hace cinco años por no llevar velo. Ya saben, tipos que han dejado de ser hombres. Así que es realmente divertido dispararles.

Aconsejando a sus marines en Irak:

Sé educado, sé profesional, pero ten un plan para matar a cualquiera con el que te encuentres.

En 2004, también en Irak:

Sólo hay un "plan de jubilación" para terroristas.

En un encuentro con 200 marines:

La primera vez que matas a alguien no es algo insignificante. Dicho esto, hay gilipollas en el mundo a los que simplemente hay que matar. Hay cazadores y hay víctimas. Gracias a vuestra disciplina, astucia, obediencia y atención vosotros podéis decidir si sois un cazador o una víctima.

Esta cita se le ha atribuido tanto a él como al general Tommy Franks.

Cuando volváis a casa y os encontréis con un manifestante antibelicista, miradle a los ojos y estrechadle la mano. Luego guiñadle un ojo a su novia porque ella sabe que está saliendo con un mariquita.

En abril de 2012, una opinión que posiblemente compartan incluso los más antimilitaristas:

El Powerpoint nos hace imbéciles.

En una entrevista en 2010 con una web especializada en Defensa:

Ninguna guerra se acaba hasta que el enemigo dice que ha terminado. Podemos pensar que se ha acabado, podemos declarar que ha finalizado, pero de hecho el enemigo tiene un voto.

También tiene varias frases que le atribuyen varias fuentes, pero sin contexto:

Los quince centímetros más importantes en el campo de batalla están entre vuestras orejas.

Encuentra al enemigo que quiere acabar con este experimento [la democracia norteamericana] y mata a todos y cada uno de ellos hasta que estén tan hartos que decidan dejarnos en paz a nosotros y nuestras libertades.

Los marines no saben pronunciar la palabra derrota

Si para matar a un enemigo tienes que matar a un inocente no dispares. No te crees más enemigos de los que te libras por una acción inmoral.

No hay nada mejor que te disparen y fallen. Es genial.

Hay gente que piensa que tienes que odiarles para matarles. No creo que sea así. Tan sólo es tu trabajo.

Me he estado preparando 30 años para tomar una decisión en 30 segundos.

En marzo de 2003, a la división que comandaba, justo antes de la invasión de Irak:

Durante décadas, Saddam Hussein ha torturado, encarcelado, violado y asesinado al pueblo de Irak, invadido países vecinos sin provocación y amenazado al mundo con armas de destrucción masiva. Ha llegado la hora de terminar con su reino de terror. En vuestros jóvenes hombres recaen las esperanzas de la humanidad. Cuando dé la orden, juntos partiremos desde nuestras líneas, nos encontraremos con las fuerzas que hayan elegido luchar y las destruiremos. Nuestra lucha no es contra el pueblo iraquí, ni contra aquellos militares de su ejército que decidan rendirse. Mientras atacamos rápido y agresivamente contra quienes se resistan, trataremos a todos los demás con decencia, demostrando la caballerosidad y compasión propias de un soldado ante quienes han sufrido toda su vida la opresión de Saddam. Podemos esperarnos ataques químicos, traiciones, el uso de escudos humanos y todo tipo de tácticas inmorales. Tomároslo con calma. Sed el cazador, no la presa: nunca permitáis que pillen a vuestra unidad con la guardia baja. Usad vuestro buen juicio y actuad a favor de los intereses de vuestra nación. Sois parte de la fuerza más temida y confiable del mundo. Cargad vuestro cerebro antes que vuestra arma. Compartid vuestro valor con vuestros compañeros mientras nos movamos en terreno incierto al norte de nuestras líneas. Mantened la fe en vuestros camaradas a vuestra izquierda y derecha y de la aviación de la armada sobre vuestras cabezas. Luchad con un corazón alegre y un espíritu fuerte. Por el bien de la misión, el bien del país y el bien de los hombres que llevaron las insignias de nuestra división en las batallas del pasado –aquellos que arriesgaron sus vidas y nunca perdieron la compostura– llevad a cabo vuestra misión y mantened limpio vuestro honor. Demostrad al mundo que no hay mejor amigo ni mejor enemigo que un marine de los Estados Unidos.

No es el discurso que dirigió Patton a sus tropas antes del desembarco de Normandía, aquel que comenzaba recordándoles que "ningún bastardo ganó jamás una guerra muriendo por su patria. La ganó haciendo que otros pobres estúpidos bastardos murieran por ella". Pero no está mal.

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