Donald Trump ya ha jurado como presidente de los Estados Unidos. En una ceremonia con el habitual brillo, el ya presidente ha iniciado su paso a la Casa Blanca con un agradecimiento a los Obama y su papel en el proceso de transición -"han estado magníficos"- y con un discurso contra el establishment y con la promesa de que por fin ha llegado un gobierno a Washington que se preocupará por el pueblo.
"El 20 de enero de 2017 será recordado como el día en que el pueblo volvió a controlar esta nación", proclamaba solemnemente después de destacar que los norteamericanos han tenido que soportar que "mientras Washington DC florecía, no compartía esa riqueza con el pueblo. Mientras los políticos prosperaban, los puestos de trabajo se iban y las fábricas cerraban", pronunciaba, marcando la pauta de un discurso plagado de mensajes populistas, proteccionistas y pretendidamente patrióticos.
También ha criticado la política exterior que se ha preocupado por "proteger las fronteras" de países extranjeros descuidando la seguridad de las propias, y que "hemos hecho ricos a otros países" mientras el desempleo, el cierre de fábricas y el deterioro de las infraestructuras reinaba en EEUU, decía Trump.
Proteccionismo
Una buena parte del discurso ha tenido un marcado carácter proteccionista. Trump se ha comprometido a que "una nueva visión" gobernará el país y que "a partir de ahora" todo se guiará por un principio: "América primero", que tal y como el propio Trump ha explicado significa que "todas las decisiones se tomarán para beneficiar a los trabajadores de EEUU, vamos a defendernos de los que quieren robarnos nuestras fábricas y nuestros puestos de trabajo", ha dicho antes de prometer que "nunca jamás os decepcionaré".
Trump ha seguido en ese camino prometiendo que "recuperaremos nuestros trabajos, nuestras fronteras, nuestra riqueza y nuestros sueños" y que "sacaremos a la gente de las ayudas sociales y le encontraremos nuevos trabajos", para lo que ha marcado dos grandes principios: "Compra americano, contrata americano".
Política exterior
Trump ha dedicado también un parte pequeña de su discurso a la política exterior, explicando que quiere tener relaciones amistosas con todo el mundo pero dejando claro que "el derecho de todas las naciones es poner sus propios intereses por delante". Además, el ya presidente de Estados Unidos ha asegurado que "no queremos imponer nuestra forma de vida a nadie, lo que queremos es que brille como ejemplo".
Su único compromiso concreto en este campo ha sido "unir al mundo civilizado contra el terrorismo islámico radical", algo con lo que espera "erradicarlo de la faz de la tierra".
Por último, ha dicho a sus conciudadanos que no tienen que tener miedo porque "estaremos protegidos" por el ejército y las fuerzas de seguridad y, "sobre todo por Dios".
Patriotismo y populismo a partes iguales
Trump parecía querer dejar un titular en cada pasaje de su discurso. "Ningún reto está fuera del alcance de EEUU", exclamaba justo antes de destacar que "nuestro país volverá a prosperar de nuevo". Con mensajes cargados de patriotismo, nacionalismo e incluso populismo, Trump ha dicho que "vosotros no seréis ignorados jamás, de nuevo. Vuestra voz, vuestras esperanzas y vuestros sueños definirán el futuro de EEUU y vuestra valentía nos guiará durante el viaje", prometía a la multitud que seguía su discurso en el Capitolio y a todos los ciudadanos norteamericanos que seguían el acto por televisión.
En los últimos momentos del discurso también se ha acordado de la "inteligencia de nuestros soldados" que nunca más "será olvidada" y añadía que "seamos negros, marrones o blancos, todos somos iguales porque todos tenemos la misma sangre roja de patriotas".
Para rematar ha pronunciado su eslogan de campaña: "Juntos haremos que EEUU vuelva a ser fuerte, vuelva a ser rica, vuelva a estar orgullosa, vuelva a ser segura y todos juntos volveremos a hacer grande a América. Que Dios os bendiga".