En una rueda de prensa, retransmitida por televisiones locales, el jefe de policía de Nueva Orleans, Michael Harrison, negó que se tratase de un ataque terrorista, a pesar de su similitud con el atentado contra un mercado navideño de Berlín (diciembre de 2016) y el ataque de Niza (julio de 2016).
De las 28 personas heridas, 21 tuvieron que ser hospitalizadas, cinco de ellas tienen condición reservada y otras siete, rechazaron a acudir a los hospitales, según Harrison. Además confirmó la detención del conductor del vehículo: "Sospechamos que el conductor estaba altamente intoxicado".
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Mitch Landrieu, aseguró que no existen evidencias que sugieran que el episodio sea un atentado terrorista. El atropello se produjo a las 18:45 horas locales, cuando transcurría el desfile del Krewe de Endymion, una de las organizaciones sociales más reconocidas del carnaval de Nueva Orleans.