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Los republicanos cambian las reglas del Senado para llevar al juez Gorsuch al Supremo

Como hicieran los demócratas hace tres años para otras nominaciones judiciales, ya no serán necesarios 60 votos para llevar a un juez al Supremo.

Como hicieran los demócratas hace tres años para otras nominaciones judiciales, ya no serán necesarios 60 votos para llevar a un juez al Supremo.
El juez Neil Gorsuch y su esposa con Donald Trump durante el anuncio de su nominación el 31 de enero de 2017. | Casa Blanca

Aunque para aprobar cualquier ley o confirmar un nombramiento en el Senado de Estados Unidos se requiere una simple minoría de cien senadores, antes de proceder a la votación sobre la medida en sí los senadores deben votar para dar por finalizado el debate. Durante décadas ha sido necesario ganar esa votación con al menos 60 votos. Se trata de una norma puesta para intentar garantizar que exista cierto consenso bipartidista. En el caso de la candidatura de Neil Gorsuch al Tribunal Supremo, los republicanos sólo han contado con sus 52 votos y otros tres votos del Partido Demócrata. Ha sido la primera vez que cualquiera de los dos partidos ha bloqueado de esta forma una confirmación para el Tribunal Supremo.

Sin embargo, para cambiar las normas del Senado no es necesario más que una simple mayoría a propuesta del líder de la mayoría. De modo que el líder republicano de la Cámara, Mitch McConell, ha puesto sobre la mesa la reforma de las normas del Senado, que ha sido aprobada sin que ningún senador se saltara la disciplina de voto de su Partido, por 52 a 48. "Será el primer y último bloqueo partidista para el Tribunal Supremo", avisó antes de la votación McConnell, que de esta forma dio por hecho un cambio en la regulación para que únicamente baste la mayoría simple en lugar de la cualificada.

A este cambio legislativo se le llama la "opción nuclear", aunque numerosos medios y comentaristas la han bautizado durante las últimas semanas, cuando se empezó a sospechar que los demócratas bloquearían a Gorsuch, como la "opción Reid". Porque fue el anterior líder demócrata en la Cámara Alta, Harry Reid, quien propuso en noviembre de 2013 acabar con la posibilidad de bloqueo para todas las nominaciones judiciales por debajo del Supremo y también para todas las nominaciones para el Gobierno, lo que ha facilitado a Donald Trump conformar su Ejecutivo.

Para el sucesor de Harry Reid como líder demócrata en la Cámara Alta, Chuck Schumer, es "un punto de inflexión en el Senado y el Tribunal Supremo", toda vez que se rompe con los principios de "bipartidismo, moderación y consenso". El problema es que, a partir de ahora, cuando la mayoría en la Cámara y el presidente sean del mismo partido se sentirán más libres de nombrar jueces que sus rivales consideren muy extremistas o poco cualificados.

Neil Gorsuch será, por tanto, confirmado como el nuevo juez de Tribunal Supremo. Sustituirá al fallecido Antonin Scalia, y al igual que él es un originalista, lo que significa que su filosofía consiste en revisar los casos a la luz de lo que la ley y la Constitución realmente dicen, es decir, al significado "original" de los textos. Durante los últimos años, el Supremo ha estado dividido 4-4 en términos de izquierda derecha, con el juez Stevens moviéndose dependiendo del caso. De modo que Gorsuch no alterará el equilibrio del Alto Tribunal.

Scalia falleció en febrero de 2016, y antes de que Obama propusiera a nadie McConnell prometió que no permitiría que el Senado estudiara siquiera ninguna nominación del presidente saliente y que esperarían a que hubiera un nuevo presidente –fuese demócrata o republicano– para debatir su confirmación. Una postura que había defendido en el pasado, entre otros, el entonces senador Joe Biden, que fue el vicepresidente demócrata estos últimos ocho años. El juez elegido por Obama, Merrick Garland, estuvo pendiente del debate en el Senado todo el último año hasta que Trump escogió a Gorsuch.

Muchos analistas pensaban que los demócratas no bloquearían a Gorsuch, de 49 años, por ser un candidato especialmente cualificado y que carece de cadáveres en el armario, porque era previsible que semejante bloqueo movería a la mayoría republicana a cambiar las normas. De este modo carecerán de ese arma cuando haya que sustituir a un juez progresista durante el gobierno de Trump, que ahora tendrá mucha más libertad a la hora de escoger un juez que, este sí, rompería el equilibrio.

Tras esta votación, el límite máximo para seguir debatiendo la nominación es de 30 horas, por lo que se espera que este viernes por la tarde, en horario de Washington DC, Neil Gorsuch sea oficialmente juez del Tribunal Supremo.

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