El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, probablemente reconocerá la próxima semana Jerusalén como capital de Israel, en un simbólico gesto de apoyo a su mayor aliado en Oriente Próximo pero que podría reavivar las tensiones en la zona, en la medida en que los palestinos también reivindican parte de la ciudad.
El gesto surgió de una reunión mantenida el lunes entre Trump y sus principales asesores de seguridad nacional, según fuentes citadas por el periódico The Washington Post. Dos miembros de la Administración citados por la agencia Reuters han adelantado que el presidente pronunciará un discurso el miércoles.
Los palestinos defienden que Jerusalén Este sea la capital de su futuro Estado, mientras que la comunidad internacional no avala la reclamación de Israel sobre la totalidad de la ciudad. Por este motivo, un posible reconocimiento formal de Trump podría dar pie a nuevas tensiones.
Trump también prometió en campaña que trasladaría la Embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén, un paso que no ha dado por el momento pero al que sigue sin renunciar. El vicepresidente, Mike Pence, aseguró esta semana que Trump estaba estudiando ya "cuándo y cómo" dar este paso.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, aclaró el jueves que "no se ha tomado ninguna decisión sobre esta cuestión todavía", mientras que la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, describió el miércoles como "prematura" una información que daba por hecho el controvertido traslado.