Menú

La Eurocámara concede ayudas para que los periodistas cubran los plenos

A petición de la Asociación de la Prensa Internacional, la UE ayudará a financiar los viajes a Estrasburgo.

Con una agenda europea atiborrada de consejos y citas al más alto nivel, la Eurocámara no siempre lo tiene fácil para atraer la atención sobre su trabajo. Eso, unido a que la sesión plenaria de la cámara se celebra en Estrasburgo una vez al mes, y agravado por la corriente de ajuste de gastos que recorre todas las redacciones europeas, ha llevado a la Asociación de la Prensa Internacional a pedir a la Eurocámara que financie los viajes de los periodistas a Estrasburgo.

De los 10.200 euros al mes con los que cuenta el Parlamento Europeo para invitar a periodistas de los 27 Estados miembros a conocer sus sedes, ahora también se pagará el desplazamiento y alojamiento de corresponsales europeos desde Bruselas hasta la ciudad francesa durante las sesiones plenarias.

"No se trata de pagar para que hablen de nosotros", puntualiza, molesto, Jaume Duch, el portavoz de la Eurocámara en conversación con este diario. "Fue una solicitud de vuestra asociación de la prensa, y son ellos los que seleccionan a los profesionales que van", aclara Duch, que insiste en que se trata de una "autogestión" por parte de la asociación profesional y que la Eurocámara en ningún momento controla ni quién va ni si habla del Parlamento. "No necesitamos ninguna campaña para conseguir que se hable de nosotros", presume Duch, que dirige un extenso equipo dedicado exclusivamente a atender a los medios y a dar facilidades a los periodistas para informar de todo lo que decide la institución de los ciudadanos.

Focos no deseados

Sin embargo, y pese a que el Parlamento defienda que su trabajo se vende solo, en los últimos tiempos, especialmente durante 2011, las noticias sobre las corruptelas de un puñado de diputados que acabaron dimitiendo lograron eclipsar hasta los votos más decisivos. Tampoco ayudó a la imagen de la cámara la publicación del mal uso de las cuantiosas dietas que hacían algunas de sus señorías.

En todo caso, el debate de la doble sede Bruselas-Estrasburgo no sólo preocupa a unos medios de comunicación con presupuestos cada vez mermados, sino que mantiene en pie de guerra a buena parte de la Eurocámara. Cansados de los incómodos desplazamientos de 400 kilómetros una vez al mes para celebrar sesión plenaria, un gran número de diputados lleva meses pidiendo infructuosamente que se establezca una única sede, una posibilidad de la que los franceses, a los que los tratados dan la razón, no quieren ni oír hablar.

La tendencia de ajuste de gastos de los medios de comunicación en toda Europa -grandes periódicos han pasado de tener cinco corresponsales a incluso compartir al mismo con otros medios-, es un problema que preocupa a la Asociación de la Prensa Internacional y que, sin embargo, no resolverán 10.000 euros mensuales. Con todo, el Parlamento Europeo pretende con dicha ayuda "facilitar que se conozcan sus sedes".

Temas

En Internacional

    0
    comentarios