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El papa Francisco celebrará la Misa del Jueves Santo en una cárcel de menores

Francisco se reunió con 50 argentinos, sacerdotes y familias, para comer. Allí rezaron y también tuvieron tiempo para cantar tangos.

Francisco se reunió con 50 argentinos, sacerdotes y familias, para comer. Allí rezaron y también tuvieron tiempo para cantar tangos.
Un Jueves Santo cuando era arzobispo de Buenos Aires | Cordon Press

Tras una semana como Papa, Francisco ya ha dejado grandes muestras de su particular forma de ser y de actuar. Su personalidad ya se nota en el Vaticano y su impronta se deja ver por los pasillos. Con el tiempo todo se irá normalizando. Los colaboradores se harán a Francisco y Francisco se adaptará al Papado.

Mientras eso ocurre llega la Semana Santa, la semana por excelencia para los cristianos y que será la primera para el Pontífice argentino. Como era de esperar, a tenor de la primera semana de Pontificado, la agenda de estos días está ya marcada por Francisco.

Las ceremonias de Semana Santa se desarrollarán como los últimos años, ha informado la Santa Sede. Sin embargo, hay una celebración que cambiará ostensiblemente de escenario.

El Jueves Santo, el Papa celebrará por la mañana la Misa del Crisma en la Basílica de San Pedro pero por la tarde en vez de celebrar la Misa de la Cena del Señor en la Basílica de San Juan de Letrán, como es costumbre, saldrá fuera del Vaticano a oficiarla.

Concretamente, Francisco acudirá a una Institución Penal para Menores de Casal del Marmo. Allí se llevará a cabo uno de los signos más características de la Semana Santa, el lavatorio de pies. El Pontífice procede a lavar los pies a doce personas, simbolizando lo que hizo Jesús con los Apóstoles en la Última Cena. Por ello, previsiblemente el Papa lo hará con doce jóvenes presos.

Este gesto no es nuevo en el Pontífice. Era la tónica habitual del entonces cardenal Bergoglio en Buenos Aires. Cada Jueves Santo, el arzobispo de Buenos Aires celebraba esta Eucaristía en una cárcel, hospital, albergue o centro para pobres y marginados.

No es la primera vez que un Papa acude a celebrar misa a este centro de menores. El 18 de marzo de 2007, Benedicto XVI acudió a la capilla del Padre Misericordioso.

Comida y tango con sus compatriotas

Del mismo modo, la Santa Sede ha informado que el Papa almorzó con un grupo de cincuenta argentinos por petición del Pontífice. Entre ellos había obispos, sacerdotes, además de periodistas con sus familias...

El sacerdote argentino, Pablo Ordoñe, no se creía la llamada del Vaticano. "¡Fue muy fuerte!... era demasiado... me parecía imposible!, comentaba a Radio Vaticana. Según dijo, el acto se desarrolló con gran naturalidad: "el abrazo típico, y el consejo del buen padre, y el cantó entre nosotros... porque cantamos el tango... Se trataba también de recuperar nuestras raíces y tradiciones".

Todos juntos oraron. "Hemos rezado juntos. Sí, nos ha invitado a rezar mucho y a rezar juntos. Y ha mostrado una gran predilección por la familia y por los niños", agregó este sacerdote argentino. 

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