El "gran tsunami" que dijo protagonizar Beppe Grillo se ha quedado más bien en una leve marejada. Y es que tras convertirse en la sorpresa de las elecciones italianas y prometer que revolucionaría la política, su Movimiento Cinco Estrellas no ha pasado la primera prueba de fuego. Beppe Grillo ha pinchado en las elecciones municipales, cosechando el peor resultado de todas las fuerzas políticas.
Especialmente sangrantes han sido sus malos resultados en Roma, que se ha considerado en estas elecciones como el catalizador del sentir ciudadano a nivel nacional tras las generales. En la capital italiana, el candidato del M5S, Marcello de Vito, se ha quedado fuera de la segunda vuelta con un escaso 12,8%. Desde el partido ya se han apresurado a achacar esta contundente derrota a que disponían de menores medios económicos que el resto de partidos, y que los medios de comunicación les han dado menos cobertura que al resto. Curiosamente, lo mismo que ocurrió en las elecciones generales, y a pesar de lo cual Grillo logró unos resultados sin precedentes.
Los datos no admiten doble lectura: esta vez ha ganado la abstención y ha perdido Grillo, que no ha conseguido colocar como alcalde a ninguno de sus candidatos en ninguno de los 563 municipios que elegían junta municipal.
Sólo han pasado cuatro meses desde que el Movimiento Cinco Estrellas de Grillo se convirtiera en la fuerza más votada del Congreso, con un 25,5% de los votos; pero es evidente que el movimiento populista fue una estrella fugaz en el firmamento italiano.
Habrá segunda vuelta
Aunque la abstención fue de nuevo la protagonista, el triunfo en Roma se lo llevó Ignazio Marino, que se impuso al aspirante del centroderecha en la reelección como alcalde, Gianni Alemanno. Aún así, todo indica que será necesaria una segunda vuelta –el 9 y 10 de junio- ya que ninguno de los candidatos ha logrado superar el 50% de los votos.
Más allá de Roma, se elegía alcalde en otros 563 municipios (los de hasta 15.000 habitantes no tendrán segunda vuelta), entre ellos varias capitales de provincia, como Ancona, Brescia, Pisa, Vicenza y Viterbo.
Después de la capital italiana, el resultado que más atención suscitaba era el de Siena, cuya administración de centroizquierda se vio envuelta en el escándalo por la gestión de la fundación que controla el tercer banco del país, Monte dei Paschi (MPS), que ha necesitado ayudas públicas y que ha reconocido un agujero de 730 millones de euros por operaciones con productos derivados.
Con el 20 por ciento escrutado, el centroizquierda repetiría victoria en Siena, con su candidato, Bruno Valentini, en primer lugar con el 42,18% de los votos, por delante del aspirante del centroderecha, Eugenio Neri (23,47%), y del M5S, Michele Pinassi (7,21%)
En otras capitales de provincia que también decidían su alcalde como Ancona (centro), con el 34% escrutado, el centroizquierda es el más votado, con el 38,26%; mientras que en Brescia (norte), con el 38,8 % escrutado, el centroderecha consigue un 40,42%.
En estos comicios, los primeros celebrados en Italia tras los generales del pasado febrero y en los que estaban llamados al voto unos 7 millones de ciudadanos, hubo una afluencia del 62,38%, 14,78 puntos porcentuales menos que en los anteriores comicios, según los datos difundidos por el Ministerio del Interior.