En el Congreso anual de los conservadores británicos en Manchester, el líder del partido y primer ministro del país, David Cameron, ha criticado con dureza las propuestas políticas del partido laborista de Ed Miliband. Cameron ha asegurado que la política fiscal de los laboristas es "una locura" y que perjudicaría a todo el sector privado del país. El primer ministro advierte que estas propuestas no harán más que frenar a la recuperación económica de Gran Bretaña. En este sentido, el líder conservador ha descartado que su Gobierno pueda aprobar el llamado "impuesto de la mansión", propuesto por liberales y laboristas, ya que este impuesto "no es una buena idea"para un país que intenta generar riqueza. Cameron ha asegurado, además, que su partido es el único capaz de llevar a cabo la recuperación económica del país.
Al comienzo del Congreso, el líder tory ha confirmado en una entrevista a BBC su apoyo a los matrimonios homosexuales. Por otro lado, Cameron ha dicho que la política fiscal laborista, que prevé la subida de los impuestos corporativos causaría la pérdida de muchos puestos de trabajo y pondría en serio riesgo la recuperación económica del país. "Creo que cuando adoptas medidas contra el negocio y las empresas, dejas claro a los inversores que es mejor que inviertan su dinero en otro país" ha apuntado el primer ministro, que añadió que la propuesta laborista de subir el impuesto corporativo es "una locura".
El líder conservador también criticó a los laboristas por su propuesta de congelar los precios de la energía, ya que su Gobierno prefiere "curar la enfermedad" que sólo "tratar de comprender los síntomas". Según Cameron, la solución de este problema pasa por estimular la competitividad. Añadía que "en nuestro país existen seis grandes empresas energéticas, que compiten entre sí, pero ¿acaso no queremos que haya aun más competitividad? Por supuesto que sí". El primer ministro ha asegurado que su Gobierno se plantea conceder más ayudas públicas a distintas instituciones como escuelas u hospitales.