El Gobierno y su partido siguen jugando la baza de actor importante en la crisis de Ucrania. Después de que Mariano Rajoy se reuniera con el responsable de la diplomacia rusa en la Moncloa, María Dolores de Cospedal logró una fotografía de enorme simbolismo en Dublín: por espacio de media hora, mantuvo un desayuno de trabajo con Yulia Timoshenko, la ex primera ministra ucraniana.
Según fuentes conocedoras del encuentro, Cospedal le transmitió el apoyo del PP nacional a su causa y puso el acento ante Timoshenko en la necesidad de que Estados Unidos y la Unión Europea vayan de la mano en la crisis. "Es importante el apoyo conjunto a Ucrania", afirmó la secretaria general de los populares.
Cospedal estuvo acompañada por Antonio López Istúriz, el número dos del partido a nivel europeo. El desayuno privado se desarrolló en el palacio de congresos en el que se reúnen los populares del continente.
A través de un portavoz autorizado, el gabinete de Rajoy se declaró defensor de la unidad territorial de Ucrania, si bien apostó por el diálogo para llegar a una solución política. "Hay que rebajar la tensión en la zona", se insiste desde la Moncloa.