Roma ya está preparada para uno de los momentos más emotivos para la Iglesia Católica en las últimas décadas. Este domingo serán canonizados dos Papas, considerados gigantes de la fe, Juan Pablo II y Juan XXIII.
Para este gran evento se están dando unos datos históricos, a la altura de lo que se va a celebrar. El primero de ellos es el más llamativo. En la Plaza de San Pedro habrá cuatro Papas. Dos serán declarados santos y los otros dos están vivos, uno como emérito y el otro como el líder de la Iglesia Católica. Juan Pablo II, Juan XXIII, Benedicto XVI y Francisco. Todos juntos a la vez en un hecho sin precedentes.
La fecha de la celebración, el 27 de abril, no ha sido elegida al azar sino que coincide con el domingo de la Divina Misericordia, fiesta instaurada por el propio Papa polaco y del que era un gran devoto.
Mientras el Vaticano última los últimos detalles las calles están repletas de peregrinos. No cabe nadie más. La ciudad ha sido tomada literalmente por cientos de miles de personas que han venido de todo el mundo para asistir a este hito histórico. Después de los italianos, los polacos serán sin duda los más numerosos. Han venido en oleadas para celebrar la santidad de su papa. También habrá miles de peregrinos españoles, que han acudido a Roma junto a decenas de obispos españoles.
Una celebración multitudinaria
Es tanta la gente que ha tomado Roma, que la ciudad no ha podido ofrecer más servicios. Muchos peregrinos se han tenido que alojar en colegios, parroquias o literalmente en otras ciudades. Al igual que ocurrió cuando murió Juan Pablo II, serán miles de personas las que duerman en la calle durante la noche de este sábado para esperar a la canonización, que empezará oficialmente a las 10 de la mañana.
Para acoger a tanto peregrino que evidentemente no podrá entrar en la Plaza de San Pedro y en sus aledaños, la ciudad de Roma ha instalado pantallas gigantes en distintos puntos de la ciudad para que sigan desde ahí el evento.
Si numerosísimos son los peregrinos llegados desde los cinco continentes no serán menos los mandatarios internacionales. En la ceremonia habrá un total de 24 jefes de Estado, entre los que se encuentran los Reyes de España que un día más tarde se reunirán con el Papa Francisco.
Asimismo, habrá también 35 primeros ministros y delegaciones de cristianos ortodoxos y anglicanos así como de la comunidad judía. Este evento tan esperado y querido en la Iglesia también reunirá en la celebración a 150 cardenales, más de 1.000 obispos y 6.000 sacerdotes. También para cubrir el acto las cifras son espectaculares. Además de los 600 periodistas acreditados de manera permanente en el Vaticano se han acreditado especialmente para este evento otros dos mil más.
Ya desde este sábado habrá numerosos actos y celebraciones por toda Roma en la que participarán los miles de peregrinos y obispos llegados de todos los rincones del mundo. Durante la noche varias iglesias permanecerán abiertas para orar y confesar hasta que a las 9 de la mañana comiencen los actos que tendrán como punto fuerte la eucaristía en la que se canonizará a los conocidos como el Papa Bueno y el Magno.
Para seguir y entender el acto
Este domingo durante la celebración, el cardenal Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, preguntará tres veces al Papa si procede a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, y deberá hacer tres veces para así destacar la importancia del hecho en sí. A renglón seguido, Francisco pronunciará la fórmula de canonización.
Mientras tanto, los relicarios de los nuevos santos estarán colocados una mesa a la izquierda del altar. Ambas reliquias son de primer grado. La reliquia de Juan XXIII es un trozo de piel, que se extrajo en el año 2000 en la exhumación para la beatificación y de Juan Pablo II serán unas gotas de su sangre.
Al finalizar el rito de canonización, habrá una acción de gracias del cardenal Amato y se retomará la misa en el Gloria. El Evangelio del día, será cantado en latín y griego. Un momento significativo de celebración eucarística, será en la oración del canon de los santos, donde se mencionará por primera vez a san Juan XXIII y san Juan Pablo II.
El acto concluirá con la oración del Regina Coeli. Al finalizar la eucaristía, está previsto que el Santo Padre salude a las delegaciones y finalmente Francisco pasará por la Plaza con el Jeep para saludar a los fieles. Para ese momento la Iglesia ya contará con dos nuevos santos a los que a buen seguro miles de católicos pedirán su intercesión.