El Papa Francisco ha declarado en una entrevista concedida a La Vanguardia que cree que el "sistema mundial económico" no es "bueno", porque "en el centro de todo sistema económico debe estar el hombre", y en este, es el dinero, el "dios dinero", quien ocupa la posición central. "Hemos caído en un pecado de idolatría, la idolatría del dinero", añade.
Francisco critica que en el actual sistema "se descarta a los jóvenes cuando se limita la natalidad", así como a los ancianos, "porque ya no sirven, no producen, es clase pasiva". "Al descartar a los chicos y a los ancianos, se descarta el futuro de un pueblo porque los chicos van a tirar con fuerza hacia adelante y porque los ancianos nos dan la sabiduría", añade.
Además, Francisco lamenta el alto "índice de paro de los jóvenes, que en algunos países supera el 50%", y señala que se está descartando "a toda una generación por mantener un sistema económico que ya no se aguanta, un sistema que para sobrevivir debe hacer la guerra, como han hecho siempre los grandes imperios".
"Toda división me preocupa"
El Papa se pronuncia sobre el "conflicto" nacionalista catalán: "Toda división me preocupa (…) Las independencias de pueblos por secesión es un desmembramiento a veces muy obvio. Pensemos en la antigua Yugoslavia". El pontífice argentino apuesta por estudiar "caso por caso: Escocia, la Padania, Cataluña", porque "habrá casos que serán justos y otros que no serán justos", aunque "la secesión de una nación sin un antecedente de unidad forzosa hay que tomarla con muchas pinzas y analizar todos los aspectos".
Los políticos jóvenes
Francisco también se refiere a los "políticos jóvenes", y dice que "ya sean de centro, izquierda o derecha", hablan con "una nueva música, y eso me gusta, me da esperanza porque la política es una de las formas más elevadas del amor, de la caridad", porque "lleva al bien común, y una persona que pudiendo hacerlo, no se involucra en política por el bien común, es egoísmo; o que use la política para el bien propio, es corrupción".