Amnistía Internacional ha acusado a los "separatistas armados" del este de Ucrania de cometer torturas y otros abusos contra activistas, manifestantes y periodistas en el marco de la revuelta lanzada contra el Gobierno de Kiev.
En su informe "Secuestros y tortura en el este de Ucrania", Amnistía recoge las conclusiones de un reciente viaje a Ucrania en el que, según el vicedirector de la organización para Europa y Asia Central, Denis Krivosheev, pudieron constatar "prácticas atroces", con "cientos de secuestrados en los últimos tres meses".
"La mayoría de los secuestros están siendo perpetrados por separatistas de Ucrania armados y las víctimas llegan a sufrir golpes en el estómago y tortura", ha advertido Krivosheev en un comunicado. Además, también han constatado "un número de abusos menor" cometido por las fuerzas leales a Kiev.
El Ministerio del Interior de Ucrania ha cifrado en casi 500 el número de secuestros entre abril y junio, mientras que Naciones Unidas ha constatado 222 casos en los últimos tres meses. El equipo de Amnistía desplazado sobre el terreno ha acumulado una lista de más de 100 raptos, si bien no parece existir un balance fiable de lo que está ocurriendo.
"Ahora que las fuerzas pro Kiev están restableciendo el control en Slaviansk, Kramatorsk y otros lugares del este de Ucrania, están apareciendo nuevos rehenes de forma prácticamente diaria y surgen cada vez más casos preocupantes", ha apuntado Krivosheev, que ha identificado entre las víctimas no sólo a policías, militares y autoridades civiles locales, sino también periodistas, políticos, activistas, empresarios y funcionarios de las comisiones electorales.
Amnistía ha reclamado "justicia" para que los responsables de estos delitos sean detenidos y las víctimas reciban una "compensación". Una de estas víctimas es Hanna, que ha relatado a la ONG cómo fue raptada el 27 de mayo en Donetsk y posteriormente interrogada mediante torturas. "Me golpeaban en la cara con el puño, intentaban pegarme en todas partes", ha contado, con cicatrices visibles en su cuerpo.
El trasfondo de la mayor parte de estos raptos parece "político", pero también se han registrado secuestros por motivos económicos. Sasha, de 19 años, fue liberada tras 24 horas de golpes, quemaduras y descargas eléctricas y sólo después de que su padre pagase 60.000 dólares.
Abusos de leales a Kiev
Las fuerzas leales a Kiev, incluidos los grupos de autodefensa, también estarían detrás de parte de los abusos, como ha podido comprobar Amnistía Internacional. La organización cita como paradigma el caso de Mariupol, ciudad que ha "cambiado de manos" un par de veces en los últimos dos meses.
Un miembro del Gobierno local ha relatado a Amnistía cómo mantuvieron a un combatiente para interrogarle con prácticas violentas y tratar de obtener información relativa a los separatistas prorrusos. Un adolescente de 16 años, Vladislav Aleksandrovich, también ha contado en vídeo que hombres uniformados le amenazaron y torturaron después de publicar un vídeo de las operaciones militares el 25 de junio.
Denis Krivosheev ha alertado de que existe "un vacío completo de autoridad y seguridad" en Mariupol, donde ha cundido el "miedo a las represalias, al secuestro y a la tortura".
Para el responsable de Amnistía, Ucrania vive inmersa en una "escalada de secuestros" cuya responsabilidad recae en todas las partes implicadas en el conflicto. Así, ha pedido la liberación "inmediata e incondicional" de todos los rehenes y el fin de "las torturas y otros malos tratos" durante las detenciones.
La organización ha propuesto la creación de un registro único y actualizado de incidentes y ha instado al Gobierno a investigar de forma imparcial las denuncias.