Menú

El polaco Tusk y la italiana Mogherini, la cara y la cruz de la UE

La nueva jefa de la Diplomacia exhibe postura más conciliadora con Moscú, mientras que Tusk hace guiños a Berlín.

La nueva jefa de la Diplomacia exhibe postura más conciliadora con Moscú, mientras que Tusk hace guiños a Berlín.
Tusk y Mogherini | EFE

Minutos antes de que oficialmente se pusiera cara a dos de las cabezas visibles que liderarán la UE en los próximos cinco años, un micrófono indiscreto les robaba a los líderes la oportunidad de anunciar que la italiana Federica Mogherini pilotará la política exterior en tiempos de fuertes tensiones con Moscú y que el prémier polaco Donald Tusk se convertiría en primer presidente del Consejo que no proviene del corazón de la Eurozona.

El polaco y la italiana representan la cara y la cruz de las relaciones de la UE con Moscú, además de símbolo de dos perfiles políticos muy diferentes. Ya en la rueda de prensa de presentación de ambos líderes quedó patente que los méritos de uno y otro son bien distintos. Mientras que Herman Van Rompuy presentó a su sucesor como "un hombre de Estado para Europa", entre una larga lista de elogios y una pormenorizada hoja de servicios –entre la que incluyó haber librado a Polonia de la recesión en plena crisis-, a la próxima Alta Representante la glosó como "cara nueva de la UE". Asimismo, el polaco se descolgó con máximas de cuño alemán como que "el crecimiento y la disciplina presupuestaria son compatibles", mientras que el discurso de Mogherini estuvo preñado de referencias retóricas al "sueño europeo", a la "nueva generación política" de la que se siente representante.

Partidario de que la UE aplique una política de mano dura contra el Kremlin, Donald Tusk se sentará al frente del Consejo Europeo en un momento de extrema tensión con la potencia vecina. Aunque lastrado por su modesto dominio del inglés y su inexistente francés, su currículum exhibe un perfecto alemán que podría ser la promesa de cierta querencia germanófila. De hecho, la canciller Angela Merkel apoyó su candidatura desde el principio, a pesar de que, en los primeros momentos de la anexión de Crimea, no compartía la prisa de su homólogo polaco por aprestar el gatillo de las sanciones. Por otra parte, la presencia de un dirigente que no proviene de la eurozona –presidirá incluso las cumbres exclusivas para países del euro- podría representar también un contrapeso a un Jean Claude Juncker al que Reino Unido trató de boicotear como presidente de la Comisión por ser demasiado europeísta para el gusto británico.

El líder de centro derecha tiene fama de pragmático –se le adjudica la frase de que su misión es "asegurar el agua caliente en el grifo"- ha liderado su país desde 2007 y ha ayudado a que Polonia haya pasado de recién llegada a la UE a socio de peso.

Mogherini: "No pediré perdón por mi edad"

Federica Mogherini concitó finalmente el consenso de los Veintiocho a pesar de que su candidatura llegaba lastrada por lo que algunos entendieron como una discreta trayectoria internacional. La gran apuesta de Matteo Renzi, ministra de Exteriores de su país desde hace un puñado de meses, sí saca buena nota en idiomas, como demostró con gran desenvoltura durante su primera rueda de prensa, pero en un principio fue criticada por un bloque de países molestos ante la posibilidad de poner la política de exteriores en manos de un "peso pluma".

Desenvuelta y hasta bromista, la italiana se expresó con comodidad ante la prensa en impecables inglés y francés y sacó pecho de "más de veinte años de experiencia". "Mi primer ministro es más joven que yo", bromeó respecto a su edad, "una de esas cosas que no se pueden cambiar". Además, la italiana aseguró ser consciente de los retos que le quedan por delante en un momento que sabe particularmente dramático de la escena internacional.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios