Con las imágenes de su viaje parlamentario a Palestina e Israel en la retina, y proyectando duras fotografías en la sala de prensa de las numerosas víctimas del conflicto en Oriente Próximo, el eurodiputado Pablo Iglesias arremetió este martes contra la política exterior de la Unión Europea, acusándola de haberse vendido a Estados Unidos y de utilizar un doble rasero con Israel y Rusia.
Para el eurodiputado de Podemos, la UE "no hace nada" para obligar a Israel a cumplir la legalidad y, en cambio, muestra "tanta prisa" (en alusión a las sanciones europeas contra Putin) en Ucrania. "Hay que acabar con la lógica de double standards (doble rasero en inglés)", denunció ante unos pocos reporteros españoles en Bruselas. Iglesias achacó los últimos movimientos de la UE ante Rusia a fobias particulares de los europeos –"según la simpatía del Gobierno de que se trate tiene una actitud u otra"-, y puntualizó además, aun reconociendo no sentir "la más mínima simpatía por el señor Putin", que "la UE favoreció un desplazamiento ilegal de poder en Ucrania".
"Hay que defender siempre legalidad internacional y derecho de autodeterminación de los pueblos", dijo, mostrándose, sin embargo, distante respecto a las sanciones de la UE que atribuyó plenamente a "decisiones de una OTAN controlada por los Estados Unidos" y a las que culpó de haber puesto a los agricultores españoles en una "situación notablemente difícil".
En cuanto a lo que entiende debería ser la reacción de la UE, y concretamente España, frente a Israel, el líder de Podemos llamó a un boicot a los productos elaborados en territorios ocupados, a interrumpir la venta de armas y a evitar, en fin, lo que calificó de "lágrimas de cocodrilo" sin efectos prácticos.
Imprescindibles
Los enviados a Israel del grupo parlamentario de la Izquierda Unitaria que cobija a la formaciones de Podemos o Bildu viajaban con la intención de documentar los efectos de la intervención israelí de este verano, pero toparon con un portazo del Gobierno de Israel en Gaza. Mientras que Israel, según el vehemente relato de la diputada irlandesa del Sinn Fein, Martina Anderson, les prohibió la entrada argumentando que no contribuirían a prestar ayuda humanitaria, el Gobierno español evitó intervenir. "Todavía estamos esperando respuesta del Gobierno", ironizó el líder de Podemos mofándose de que el ministro Margallo se dé "golpes en el pecho" al grito de "Gibraltar español" y luego "no haga nada".
Además, el eurodiputado de Podemos defendió que su presencia en Gaza era "crucial para que los niños palestinos puedan seguir yendo a la escuela y pueda seguir habiendo hospitales".
Durante la rueda de prensa, los miembros de la Izquierda que componían la delegación parlamentaria, y que relataron algunos de los desgarradores testimonios que recogieron sobre el terreno, denunciaron la "sistemática violación de los derechos humanos", insistieron en que "la ocupación es la raíz de todos los problemas" y combatieron la equidistancia en el conflicto. "Los datos hablan por sí mismos", dijo Pablo Iglesias, en alusión a la desproporción de las bajas sufridas a uno y otro bando.