La bandera del Reino Unido es, probablemente, la más representada del mundo en cualquier tipo de soporte, desde el techo de coches hasta bolsos o vestidos. Quizá la única que le hace competencia es la de EEUU, pero la británica no suele sufrir el rechazo que en muchos provoca la estadounidense.
Sin embargo, a pesar de su diseño inequívocamente molón, la Union Jack no es la afortunada creación de un habilidoso creativo publicitario, sino el resultado de la unión de las banderas de los cuatro países que, al menos hasta este jueves, forman el Reino Unido de la Gran Bretaña: Inglaterra, Gales, Irlanda -ahora sólo Irlanda del Norte- y, por supuesto, Escocia.
Escocia, de hecho, tiene un peso gráfico importante en la bandera británica: las aspas blancas y el fondo azul, que se corresponden con la cruz de San Andrés, patrono de Escocia.
Ante la desaparición de esta parte del emblema no son pocos en Gran Bretaña los que se han preguntado qué hacer con la Union Jack, tal y como cuenta en un completo artículo la página especializada Blog de Banderas.
La opción más probable –siempre que el SÍ triunfe en el referéndum de este jueves, claro- es quizá también la más sencilla: mantenerla tal y como está pero sustituyendo el fondo azul por uno negro. Esta sustitución, por supuesto, no es caprichosa, sino que sería el fruto de incluir en el conjunto la enseña de Gales, que por el momento no está representada, ya que Gales era ya legalmente parte de Inglaterra cuando se unen los integrantes del Reino Unido.
En este caso no se elegiría la bandera de Gales, casi imposible de combinar con el resto, sino la enseña de su patrono. Además, las demás banderas británicas son, precisamente, las de los patronos de los distintos territorios. En el caso de Gales es San David, cuya bandera es una cruz amarilla sobre un fondo negro. Este fondo negro sería el que se incorporaría a la nueva Union Jack.
Sin embargo, hay otras propuestas, algunas de muy dudoso gusto, e incluso la BBC pidió a sus usuarios sus propias ideas, que han resultado en un conjunto de imágenes que, en la mayor parte de los casos, resultan… digamos llamativas.