Lo que iba a ser una pequeña sorpresa de cumpleaños para el joven Manuel por parte de sus padres se ha convertido en un auténtico fenómeno mundial. La historia de Manuel es de aquellas que muestran al mundo que hay algo más allá de las malas noticias, de la crisis, de la corrupción, del terrorismo.
Manuel es un joven con síndrome de Down que cumplió 30 años el pasado 22 de noviembre. Natural de la región de Calais, en el norte de Francia, este chico alegre tiene una peculiar y amada afición: las postales. Su padre, Lucien Parisseaux, conocedor de su amor por ellas quiso hacerle una pequeña sorpresa. A través de Facebook escribió un mensaje a sus apenas 20 amigos de esta red social tres semanas antes de su cumpleaños.
"Buenos días a todos. Mi hijo Manuel cumplirá 30 años el 22 de noviembre. Tiene Síndrome de Down y le encantan las postales. Querría pedirles un poco de su tiempo y que le enviasen una pequeña postal. Haréis muy feliz a mi Manu".
Este era el escueto mensaje de Lucien. Una petición con la que esperaba que quizás alguien con su postal alegrara el día a su hijo. Sin embargo, el padre nunca se esperó lo que ocurriría a continuación.
El poder de las redes sociales puede provocar cosas como esta. Una petición que estaba dirigida a 20 personas empezó a circular de tal manera que fue compartida hasta 140.000 veces. El mensaje sobre Manu había llegado a todo el mundo.
Nunca Manu esperaría que en su 30 cumpleaños pudiera recibir el mayor regalo que pudiera imaginar. Y mayor de manera literal. Hasta 30.000 postales de felicitación recibió en su casa el día de su cumpleaños. Incluso el servicio postal francés tuvo que acudir a su domicilio con un camión para entregarle las diez cajas llenas de cartas dirigidas a él.
El mensaje de su padre llegó a los lugares más recónditos y las postales llegaban con sellos de todos los rincones. Desde la propia región de Calais a países de toda Europa. Desde Siberia a Taiwán o desde Sri Lanka a Australia.
Ni Manu ni sus padres podían creerse lo que veían. Difícilmente Manu podía ser más feliz. Tenía kilos y kilos del mejor regalo que podía esperar. Su madre aseguraba después a los medios franceses que "tienen meses por delante para leerlas todas porque Manu quiere verlas una por una".
¿Quiénes eran los nuevos amigos de Manu? Sus padres afirman que las postales llegaron de gente de todo tipo. "De enfermos en hospitales, ancianos, niños que hicieron dibujos y cartas realmente conmovedoras. También hay una chica de 25 años que pronto dará a luz a un hijo con trisomía 21 y me pidió ponerse en contacto para recibir consejos", aseguraba Jacqueline.
Otra de las conmovedoras postales procedía de Jean-Yves, que vive en Taiwán. En su mensaje le decía: "Manu, te deseo un gozoso cumpleaños. Gracias a los sellos, se puede viajar sin moverte. 1984 cae bajo el signo de la Rata en el calendario chino y esto significa que eres curioso, inteligente y rápido. Adjunto algunas fotos de los lugares en los que he estado en mi camino a Santiago de Compostela. En el camino me he encontrado con grandes personas: los enfermos, los discapacitados, todos maravillosos. Dios hizo la tierra, el mar, la gente, la naturaleza, los animales, y de repente se dio cuenta de que faltaba alguien…Eras TÚ… Que sepas que eres una persona única en el corazón de sus padres. Deseo que tu vida sea bella. En mi próxima peregrinación, te tendré presente en mis oraciones, para que Dios te proteja siempre".
Los padres no dan crédito a este fenómeno que ha desatado a favor de su hijo y Jacqueline indicaba emocionada: "Y yo que pensaba que el mundo era indiferente. A Manu le brillaban los ojos y este es el mayor bien".