Sus portadas con viñetas sobre el islam y Mahoma le habían colocado desde hace años en la diana del islamismo. Stéphane Charbonnier vivía con escolta y el semanario tenía protección ante las numerosas amenazas que recibía. Era consciente de ello y sin embargo no se arrugó nunca ante ellas, lo que ahora le ha costado la vida.
En una entrevista publicada por Le Monde hace dos años definía lo que ha sido su vida hasta hoy cuando ha muerto víctima de un brutal atentado terrorista. Entonces afirmaba sin contemplaciones que "prefiero morir de pie a vivir de rodillas".
En todo momento defendió la publicación de las viñetas, también después de que llegaran a quemar la redacción. "Hay que seguir hasta que el islam sea tan común como el catolicismo. Sólo estamos tratando de hacer un humor divertido que los fundamentalistas no entienden... se basan en el miedo". Por ello, añadía que "no tengo hijos, ni esposa, ni coche, ni créditos. Yo prefiero morir de pie que vivir de rodillas".