Una avalancha de nieve ha sepultado el Hotel Rigopiano, ubicado en la localidad de Farindola, en la región de Abruzzo, en el centro de Italia, después de la serie de terremotos que han sacudido este miércoles la nación transalpina. Uno de los integrantes del equipo de rescate que ha conseguido entrar en el edificio aseguró que "hay muchos muertos", en declaraciones a los medios de comunicación italianos, recogidas por Efe.
Los equipos de rescate han recuperado un primer cadáver del interior del Rigopiano. Los socorristas explican que la primera víctima es un hombre y que se continúa excavando en el hotel, buscando a los desaparecidos, en condiciones "dificilísimas".
El Rigopiano se encuentra en el macizo del Gran Sasso –a unos 1.300 metros de altura–, en la cordillera de los Apeninos. La Protección civil del ayuntamiento de Penne, en la provincia de Pescara, explicó que, este miércoles, había 22 huéspedes registrados. A esta cifra de personas hay que sumar el personal que trabaja allí.
Antonio Crocetta, uno de los responsables del Cuerpo de Rescate Alpino de Los Abruzos, que llegaron al hotel tras varias horas de ascenso con los esquís señaló que habrá muchas víctimas.
Los equipos de rescate se pusieron en marcha después de recibir este miércoles algunos mensajes de texto en los que se advertía de la avalancha, pero las condiciones del tiempo con intensas nevadas y más de cinco metros de nieve acumulados han hecho muy difícil el ascenso.
Dos huéspedes rescatados
Sobre las cuatro de la madrugada de este jueves llegaron con esquíes los primeros equipos de rescate del Cuerpo de los Alpinos y rescataron a dos hombres, Giampiero Parete y Fabio Salzetta, dos de los huéspedes que se encontraban fuera del hotel durante el alud y que pudieron refugiarse en un coche y advertir de lo sucedido.
A la zona están también llegando algunas ambulancias y otros medios de rescate que se van abriendo paso lentamente gracias a quitanieves.
Según los primeros testimonios de los equipos de rescate, el hotel está parcialmente derrumbado y completamente sepultado bajo la nieve y se ven algunas luces, pero no llegan voces de su interior.