Los socialistas franceses han celebrado primarias con el referente de que "las primarias de la derecha habían sido un éxito arrollador". Por tanto, querían que las suyas también lo fueran. El problema, ha explicado Tomás Cuesta en Es la Mañana de Federico, es que "participó muy poca gente".
El fracaso no sólo era por la imagen que da el partido socialista francés mostrando el poco interés de su militancia, sino también económico: "Recaudaban poco dinero con el famoso euro que cuesta votar en las primarias". Tomás Cuesta ha explicado que los periódicos franceses son muy estrictos con los horarios laborales: "Cierran a las 21:00 y ya se puede morir el Papa".
De esta forma, tanto los periódicos como los informativos de TV "estaban achuchando al PS a las 20:00 horas para que diera un resultado". Y aquí es donde viene el problema. "Dieron un avance provisional pero advertían que darían el resultado final más adelante porque quedaban 1.300.000 votos por contar". Una cifra que habrían dado para generar la sensación de una gran participación, cosa que no hubo. "El problema es que una vez contados supuestamente todos los votos daban los mismos resultados y eso estadísticamente es un disparate".
Francia es "un país de grandes matemáticos y con gran afición a esta asignatura". Entonces "empiezan a contar y no les salen las cuentas por ningún sitio". Finalmente "confesaron que había habido errores, que hubo un descontrol, que los que controlaban el sistema informático no eran del partido…".
En cuanto a los resultados ha dicho Tomás Cuesta que ha pasado algo parecido a lo que pasó en la derecha donde "no ganó ni Sarkozy ni Juppé, sino Fillon, que subía en las encuestas pero no se pensaba que llegaría a ser el candidato".
En el PS francés ha pasado lo mismo con Benoît Hamon: "Era tercero en las encuestas y estaba subiendo, pero nadie pensaba que fuera uno de los ganadores". Tomás Cuesta ha dicho que cree que "para cerrar el escándalo podría haber un pacto Hamon y Valls, los ganadores, para no ir a la segunda vuelta".