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Macron: el primer presidente sin partido

El líder de En Marcha afronta el reto de articular su movimiento de cara a las legislativas del próximo 11 y 18 de junio.

El líder de En Marcha afronta el reto de articular su movimiento de cara a las legislativas del próximo 11 y 18 de junio.
Emmanuel Macron durante su primer discurso como presidente electo. | EFE

Emmanuel Macron se ha convertido en el presidente de la República francesa más joven de la historia, pero también ha marcado un nuevo hito tras haber alcanzado el Elíseo sin un partido político que lo respalde. Ese será el principal reto que afrontará Macron durante el primer mes de su presidencia antes de la celebración de las elecciones legislativas del próximo 11 y 18 de junio.

El movimiento político En Marcha cuenta con poco más de un año de vida y existen serias dudas sobre si será capaz de ampliar su estructura de cara a los comicios para renovar la Asamblea Nacional. De los 577 candidatos que En Marche debería presentar antes de un mes, por el momento sólo se conoce el nombre de trece: seis mujeres y siete hombres.

Macron asegura que están trabajando en las candidaturas de los futuros diputados. "Tenemos más de 10.000 candidatos. Un comité trabaja en la selección. Habrá candidatos que vienen de la izquierda, de la derecha, independientes y muchos de la sociedad civil".

También surgen ciertas dudas sobre la posible fuga de candidatos socialistas a las filas de En Marcha, especialmente después de que los principales líderes socialistas como el exministro Manuel Valls mostrase públicamente su apoyo a Macron.

¿Qué dicen los sondeos?

El movimiento del candidato presidencial socioliberal rozaría la mayoría absoluta según el último sondeo publicado este miércoles por OpinionWay. Teniendo en cuenta que la mayoría se sitúa en los 289 escaños, En Marche obtendría entre 249 y 286 diputados.

En segundo lugar se situaría el partido de Los Republicanos con entre 200 y 210 escaños. A mucha distancia se situaría en Partido Socialista, que confirma su descalabro con entre 28 y 43 asientos en la Asamblea Nacional. El Frente Nacional sería cuarta fuerza en el Parlamento con entre 15 y 25 diputados y por último, la Francia Insumisa de Mélenchon obtendría entre 6 y 8 escaños.

Si se cumplen los sondeos, un posible pacto entre En Marcha y el Partido Socialista contaría con los diputados suficientes como para poder garantizar la viabilidad del proyecto de gobierno de Macron.

La cuarta cohabitación

Tradicionalmente, Francia otorga mayoría en la Asamblea al partido o movimiento del candidato que gana las presidenciales, pero no sería la primera vez que "cohabitan" un presidente de la República y un jefe de Gobierno de dos partidos diferentes.

Concretamente durante la V República se han producido tres cohabitaciones. En 1986, Mitterrand se vio forzado a poner el Gobierno en manos de Chirac durante dos años cuando el partido presidencial perdió el control de la Asamblea. En 1993, de nuevo Mitterrand tuvo que cohabitar con Balladur. Y siendo ya Chirac presidente de la República, los resultados de las elecciones anticipadas de 1997 le obligaron a entregar el Gobierno al líder de la oposición Jospin.

El presidente más poderoso

La constitución francesa es la carta magna que más poderes atribuye a la figura del presidente. De este modo, si el movimiento de Macron es minoritario en la Asamblea, podría disolverla en cualquier momento o saltársela sometiendo directamente a referéndum cualquier proyecto de ley o incluso una reforma de la Constitución.

Si es previsible que unas nuevas elecciones no cambien la composición del Parlamento, Macron no tendrá más remedio que compartir el poder con el Jefe de Gobierno que elija la Asamblea. El presidente no puede destituir al Jefe de Gobierno, pero sí puede presionarle negándose a ratificar las leyes aprobadas por el Parlamento o ejerciendo su derecho de veto devolutivo, que obliga a la Asamblea a aprobar nuevamente esas leyes, sin necesidad de mayoría cualificada.

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