Después de superado el primer reto, Macron se enfrentará el 11 y el 18 de junio a un segundo asalto que puede marcar lo que será su presidencia: las elecciones legislativas en las que se elegirán los 577 diputados de la Asamblea Nacional.
El método de elección es completamente diferente al que estamos acostumbrados en España: el territorio francés se divide en 566 distritos electorales y cada uno de ellos elige a un único diputado, además de otros 11 que son para los franceses que viven fuera del país.
La votación se desarrolla también en dos vueltas y para ser elegidos en primera los diputados tienen que obtener al menos el 50% de los votos y el 25% del censo. Una vez que se convierten en miembros de la Asamblea no representan a su distrito sino a toda la Nación.
Teniendo en cuenta este método y atendiendo a los resultados de la segunda vuelta por departamentos, que aunque no se corresponden con los distritos pueden ser una primera indicación, el Frente Nacional puede tener –como acostumbra– un resultado muy pobre.
Y es que si en la primera vuelta de los 101 departamentos en los que se divide el territorio francés Le Pen fue la candidata más votada en 47, en esta segunda sólo ha conseguido triunfar en dos: Aisne y Pas de Calais, ambos en el norte de Francia y el segundo uno de los lugares con más problemas de inmigración.
Los triunfos han sido, además, muy ajustados: en Aisne ha logrado el 52,91% de los votos, sólo menos de 15.000 más que Macron; mientras en Pas de Calais ha logrado un 52,05% de los sufragios, algo más de 30.000 por encima de su rival.
Aunque los límites de los distritos electorales no coinciden con los de los departamentos, atendiendo a su población podemos calcular que entre Aisne y Pas de Calais se repartirán menos de dos decenas de diputados, de un total que, recordemos, es de 577.