El gobierno de Estonia, que ocupa la presidencia rotatoria de la Unión Europea, ha organizado a finales de verano una cumbre europea en memoria de las víctimas del comunismo y el nacional-socialismo. La práctica totalidad del Parlamento Europeo secundó el evento, con la salvedad del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria, en el que militan diversas formaciones políticas españolas.
Para ser precisos, dicho grupo parlamentario integra a cinco diputados de Podemos, a cuatro representantes de Izquierda Unida, a una delegada de ANOVA y a un asambleísta de EH Bildu. Junto a ellos, políticos de otras agrupaciones de la extrema izquierda europea, como Syriza, Francia Insumisa o Die Linke.
La cumbre en cuestión tuvo lugar el pasado 23 de agosto, coincidiendo con el Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Estalinismo y el Nazismo. La fecha coincide con el día de la firma del pacto Molotov-Ribbentrop, que selló en 1939 la alianza entre la Rusia de Josef Stalin y la Alemania de Adolf Hitler.
Pese al dolor que han provocado el comunismo y el nacional-socialismo, la cita convocada por el gobierno de Estonia no ha contado con el respaldo de todos los países miembros de la Unión Europea. Y es que, como explicó Libre Mercado, el Ejecutivo griego que encabeza Alexis Tsipras optó por ausentarse de la cumbre, afirmando que no es apropiado equiparar el comunismo con el nacional-socialismo.
Pero la marejada también ha llegado al Parlamento Europeo, donde los eurodiputados de Podemos, Izquierda Unida, EH Bildu y ANOVA se han mostrado indignados por la cumbre. En un comunicado emitido por el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria, estos partidos "condenan con dureza" la organización del evento e incluso pidieron que se suspenda este tipo de reuniones, "inaceptables en el marco de las normas europeas".
Podemos, IU y compañía aplaudieron la decisión del gobierno griego de "boicotear" la cumbre y, de hecho, pidieron que esta sea la reacción del resto de países ante futuras reuniones de este tipo. Además, el comunicado señala que "equiparar el nazismo con el comunismo supone incurrir en un error histórico" que resulta "peligroso" e "inaceptable".
De forma más directa, el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria critica que "el empeño del gobierno de Estonia en hablar de los crímenes del comunismo muestra claramente su intención de usar la presidencia rotatoria de la Unión Europea para promover unos determinados fines ideológicos". Finalmente, Podemos, IU y sus aliados apuntan que cumbres como la convocada el pasado 23 de agosto "dañan el diálogo político y la coexistencia en Europa", al tiempo que constituyen "un insulto a la memoria histórica de los pueblos europeos".