Para el medio de comunicación, víctima acostumbrada de los ataques y políticas del chavismo, su exclusión "intencional" de la señal de Televisión Digital Abierta (TDA) no es más que la firma de su "sentencia de muerte" por parte del Gobierno de Venezuela y "una nueva acción de su política de hostigamiento".
La TDA –un proyecto desarrollado en colaboración con Argentina– fue puesta en marcha este miércoles por el gobierno venezolano "para optimizar las frecuencias radioeléctricas, mejorar la calidad de las emisiones y fomentar la interacción", pero por el momento contará sólo con 11 canales públicos y tres privados, entre ellos Meridiano, Televen y Venevisión, dejando de lado una emisora tan importante como Globovisión.
Por esa razón, Globovisión emitió un comunicado en el que acusaba al gobierno de excluirlo arbitrariamente de la TDA, a pesar de que lo solicitó "reiteradamente" y de que se trata de una cadena "debidamente autorizada por el Estado". Por eso, se verá forzada a continuar transmitiendo –mientras el Gobierno lo permita– en modo analógico, "en una evidente desventaja con el resto de los medios". Esto en el futuro, cuando se decrete la extinción definitiva de la señal analógica, significará la interrupción obligada de la señal de Globovisión "por haber sido discriminada y excluida del proceso oficial para la TDA".
La emisora cree que "esta política oficial evidencia que el propósito último del Gobierno consiste en discriminar –aún más– a Globovisión, en menoscabar gravemente sus condiciones técnicas –en desventaja con el resto de medios–, en preparar los 'argumentos' que justifiquen la revocatoria prematura y anticipada de su concesión, y en cancelar definitivamente su emisión".