Unas de las principales críticas al actual proceso de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), es que se ha dado un excesivo protagonismo a los terroristas y sobre todo muchas atribuciones. Esto ha permitido que éstos pongan sobre la mesa asuntos que en algunos casos, han sido rechazados.
Lo último de los terroristas ha sido proponer al país diez medidas para conseguir la "democratización real" de Colombia, con la necesidad adicional de convocar una nueva Asamblea Constituyente. Entre los detalles que más llama la atención es el punto 3 de la propuesta: "Garantías plenas a las organizaciones guerrilleras en rebelión y a sus combatientes para el ejercicio de la política en el evento de un Acuerdo final".
Las FARC piden también una "democratización" de los medios de comunicación y fomentar el desarrollo en algunas zonas rurales, así como la inclusión de grupos indígenas y de las minorías en las decisiones del país. La nota de las FARC acaba pidiendo una "cultura política" para conseguir la "reconciliación nacional" y la puesta en marcha de una Asamblea Nacional Constituyente.
Para los terroristas, estas medidas permitirán "la democratización real" de Colombia ya que piden eliminar el carácter presidencialista del Estado, una mayor descentralización, cambios en las Fuerzas Armadas y una reforma que "libere a la justicia de su escandalosa politización". Por eso, como último punto de su decálogo pide la "convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente".
Uribe, en contra de hablar de "democracia" con terroristas
Uno de los principales opositores del proceso de paz, Álvaro Uribe, se ha referido a este planteamiento de las FARC y ha criticado al Gobierno de Juan Manuel Santos ya que "no se puede negociar la estructura democrática del Estado" con "terroristas".
El expresidente colombiano señaló que "aquellos que han incurrido en delitos como narcotráfico, carros bombas no pueden recibir penas reducidas" y aunque no se ha negado a los cambios en la Constitución, apuntó que existen diferencias en hacerlo con "agentes de la democracia" que con "terroristas".
Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Carrillo Flórez, la idea de la Asamblea Constituyente podría llevar al país a un escenario de "contrarrevolucionario". En declaraciones reproducidas en el diario El Espectador detalló que "si seguimos en esa línea vamos a llegar a hacer una constituyente contrarrevolucionaria, en el sentido de que lo que vamos a conseguir es retrasar todas las conquistas y devolvernos en el tiempo".