El chavismo tenía un plan. Aprovechar las protestas estudiantiles para comenzar a recuperar algún terreno perdido. Primero fue Leopoldo López, uno de los líderes de la oposición, a quien el gobierno de Nicolás Maduro culpó de las muertes en la actual crisis venezolana. La Justicia chavista lo encarceló después de que éste se entregara durante una multitudinaria marcha. Ahora sigue en una cárcel militar acusado de cuatro delitos.
El plan chavista siguió con la destitución de dos alcaldes de localidades especialmente activas en la oposición al gobierno. Como era de esperar, Enzo Scarano y Daniel Ceballos fueron también detenidos y encarcelados, para después convocar a elecciones y así elegir a los nuevos alcaldes.
Pero Maduro y sus colaboradores fracasaron en su intento de hacerse con dichos ayuntamientos. Las esposas de ambos opositores decidieron ser candidatas y ambas arrasaron en los comicios de este domingo. Rosa de Scarano, esposa de Enzo Scarano, y Patricia Gutiérrez, mujer de Daniel Ceballos, ganaron holgadamente a los candidatos oficialistas Alexis Abreu y Alejandro Méndez en las ciudades de San Diego (centro) y San Cristóbal (noroeste), respectivamente. Scarano cosechó el respaldo de más del 87% de los electores de San Diego y Patricia Gutiérrez se impuso en San Cristóbal con un porcentaje superior al 73%.
Poco antes de anunciarse los resultados, y tal vez ya advertido acerca de su nuevo fracaso, Maduro advirtió que si los ganadores de la jornada vuelven con sus "locuras", e insisten en la violencia como arma política, otra vez "actuarán las autoridades y si fuera el caso destituidos por el poder judicial".